El colegio anfitrión recibió la tarea de acoger a más de un centenar de estudiantes y profesores en una jornada maratónica. La planificación y apoyo desde la rectoría, consejo directivo, coordinación pedagógica, departamentos, administrativos, auxiliares y profesorado fue vital para cumplir con el desafío.

ECOLOGÍA PERSONAL Y SOCIAL

Y si la evaluación es satisfactoria para los organizadores, también lo fue para los jóvenes e inquietos estudiantes que pudieron volcarse a nuevas experiencias del saber e intereses propios de las áreas de la historia, literatura y ciencias, áreas del saber conducentes a la reflexión y al desarrollo del pensamiento crítico de los estudiantes involucrados en pos del cuidado de la casa común en perfecta sintonía con una ecología personal y social.

En la clausura, el vicerrector del Instituto, profesor Jorge Muñoz resaltó la importancia de la imagen de María como modelo que invita al agradecimiento al Señor por cada aspecto que acontece en la vida de cada persona cada día.

En alusión al Encuentro señaló: “El éxito no radica exclusivamente en haber preparado todo bien, sino que damos gracias aquí porque todo está saliendo bien”, pidiendo además por un retorno seguro a los hogares de las delegaciones. “La oración nos conecta con nuestro entorno, con nuestra identidad y con nuestro ser como Maristas” manifestando el sentido anhelo por que la jornada haya dejado una pequeña semilla presta a desarrollarse con todas sus potencialidades en cada estudiante participante.

Cada comunidad colegial presente fue llamada a pasar frente a la audiencia reunida en el salón Champagnat recibiendo distinciones que acreditan su participación en el encuentro. La entrega comenzó con los representativos del Colegio Hermano Fernando de la Fuente de Alto Hospicio y concluyó con los dueños de casa, el Instituto San Martín de Curicó.

ADAPTACIÓN AL CAMBIO

Finalmente, se dirigió a los presentes el profesor coordinador pedagógico de Enseñanza Media, Dr. Rodrigo Avilés que agradeció a todos quienes colaboraron en la concreción del encuentro sectorial.

Su mensaje también enfatizó que la vida es una constante de ciclos que invitan a aprender y a estar preparados a lo nuevo siendo la escuela un catalizador de esos procesos ya que confía en que los jóvenes serán capaces de gestionar y cerrar esos ciclos con “una gran habilidad socioemocional llamada adaptación al cambio” y que la pedagogía Marista adopta en beneficio de sus estudiantes.

Rodrigo tomó el ejemplo del “Maestro de Maestros, Marcelino Champagnat” como referente de adaptabilidad a los cambios según rescata de la biografía del fundador. Dio a conocer a Jesús a los jóvenes, confió siempre en un Dios presente, guía, consejero y pleno de gracia transformadora que sumó una plena confianza en María y sus virtudes, pilares permanentes que le llevaron a un cristianismo práctico que concretaba en el amor mediante la acción.

Tomando como base las palabras del pedagogo brasileño Paulo Freire, “La educación no cambia al mundo, cambia a las personas que cambiarán al mundo”, Rodrigo Avilés sostuvo la esperanza que cada uno de los participantes en el Encuentro Sectorial lleven en sus mentes y corazones el cuidado de la casa común siguiendo la premisa que enfatiza la pedagogía Marista: una ecología integral que enseña de justicia, respeto, protección y colaboración en el ámbito personal, social y ambiental.