IMPORTANCIA DE UNA  POLÍTICA DE CONVIVENCIA ESCOLAR.

El lugar de la celebración fue un atiborrado gimnasio que escuchó la alocución de la Sra. Magdalena Rahmer, de Convivencia Escolar del colegio, que en parte de su mensaje subrayó que la Política de Convivencia Escolar invita a incluir la sana convivencia en todos los espacios y ocasiones que la vida escolar nos permita.

Esa propuesta se basa en cuatro características esenciales: por una parte, desarrollar una convivencia basada en un trato respetuoso y modos de convivir que se sustentan en la confianza, la verdad y la justicia manifestada en una preocupación permanente por el bienestar de los demás. También, una convivencia inclusiva, que implique la valoración, reconocimiento y respeto de la diversidad cultural, social, personal y de género en sus múltiples dimensiones.

Una tercera característica, se expresa en una convivencia caracterizada por la participación democrática y colaborativa, con oportunidades para la expresión de opiniones, la deliberación y el debate fundamentado de ideas, la construcción de acuerdos y el respeto de estos por parte de toda la comunidad. Y, finalmente una cuarta característica, que promueve y busca hacer efectiva la resolución pacífica y dialogada de los conflictos, como una manera de prevenir el uso de la violencia en la convivencia cotidiana.

COMPROMISOS ANTE LA COMUNIDAD ESCOLAR.

La lectura de compromisos presentados ante la comunidad escolar reunida en el recinto y leída por representantes estudiantiles de cada curso, directivos, hermanos y damas maristas, profesores, administrativos, representante del centro de padres, entre otros, fue una valioso poner en acuerdo las convicciones de cada estamento para contribuir a un ambiente escolar, especialmente para los estudiantes y que además se extiende a un lugar de encuentro y de trabajo, cada vez más armónico para cada miembro de esta comunidad.

Un delicado baile con sugerente letra de canción fue un digno broche de oro a la ceremonia dando paso a diversos talleres de trabajo que en cada sección pusieron de manifiesto lo que el espíritu de la  Ley N° 20536 define como una buena convivencia escolar:

“La coexistencia pacífica de los miembros de la comunidad educativa, que supone una interrelación positiva entre ellos y permite el adecuado cumplimiento de los objetivos educativos en un clima que propicia el desarrollo integral de los estudiantes”.