IN SÓLIDUM

Según define el diccionario de la Real Academia de la Lengua (R.A.E.), solidario es estar adherido o asociado a una causa, empresa u opinión de alguien. También, se dice de las obligaciones contraídas en sólidum y de las personas que las contraen. Esta entrega “in sólidum” -total, por entero- es lo que define a los miembros de esta agrupación que, inspirados en la entrega y dedicación de San Marcelino Champagnat, han dedicado tiempo y mancomunados esfuerzos para atender cada semana a muchas personas que se encuentran en “condición de calle” en nuestra ciudad.

Actualmente, MARCELINO AYUDA, cuenta con la participación de apoderados, ex apoderados y amigos del Instituto San Martín de Curicó que en forma voluntaria buscan hacer realidad el carisma de San Marcelino Champagnat asentado en su devoción a María y en la devoción y amor por el servicio desinteresado al prójimo.

DEDICACIÓN Y SERVICIO PERMANENTE.

El servir platos de comida caliente o la disposición para escuchar, conversar y compartir con los “tatas” les ha llevado a articular un cuidadoso servicio de atención social y de salud para los “outsiders” de nuestra sociedad. Ponerse en el lugar del otro, empatizar y, fundamentalmente bajo la luz cristiana, tener misericordia: sufrir y sentir un poco lo que el otro sufre y siente.

Sus integrantes han estado en las calles o en los lugares que entregan un techo para que los “tatas de la calle” puedan pernoctar, como el Hogar de Cristo de Curicó y el Hogar del Buen Samaritano de Molina tejiendo un amoroso entramado de redes para apoyar y apoyarse en este silencioso despliegue que piadosamente repiten los 365 días del año.

El testimonio de uno de sus últimos integrantes permitió apreciar, a través de sus palabras, el afecto de la acogida, profesionalismo y la organización de esta agrupación donde aflora el carisma de Champagnat siendo un espacio para cultivar la amistad, la solidaridad y compañerismo que encuentran un cauce espontáneo cuando se vuelca hacia quienes  atienden.

LIDERAZGO SOLIDARIO.

Las palabras del líder natural de la agrupación, Juan Carlos Maldonado, expresaron su agradecimiento a la congregación marista, rectoría, al Centro General de Padres, a los cursos y a cada colaborador para hacer realidad esta obra. Pidió “a cada compañero de ruta el seguir en esta senda porque hay mucha gente que a nosotros nos entregan su cariño cada jueves”.

A renglón seguido manifestó que “contamos con la gran ayuda y dicha de poder tener hoy día a la madre Irene – de la Congregación de las Hermanas del Buen Samaritano -quien nunca nos ha dicho que no cuando se le ha pedido ayuda por algún tata delicado de salud”.

Emotivas palabras dedicó la madre Irene a la agrupación valorando el sentido cristiano de su acción que por años han replicado en nuestras calles. Hubo especiales palabras para una de las integrantes de MARCELINO AYUDA, Pilar Bravo (Q.E.P.D.) , quien compartió también en la mesa solidaria.

EL AÑO DE LA MISERICORDIA Y EL AÑO DE MONTAIGNE.

El rector del Instituto San Martín, Jaime Inostroza expresó que “cada uno de ustedes se conmueve cada semana saliendo a ayudar; esto cobra fuerza en particular este año en que el Papa Francisco nos ha invitado a celebrar el “Año de la Misericordia”. También, para los maristas, este 2015 es el “Año Montaigne”, una experiencia de Marcelino Champagnat que se conmovió ante un joven moribundo e ignorante de Dios y que le llevó –bajo esta gran inspiración divina- a fundar la congregación marista." Recalcó que cada integrante de este grupo de ayuda ha recibido también esa inspiración y que cada día se renueva en la dedicación que entregan a cada persona que atienden y acompañan.

La entrega de pequeños recuerdos para cada miembro de la agrupación fue uno de los momentos culmines del encuentro. Juan Carlos Maldonado, señaló a este medio “sentir un orgullo de llevar esta obra durante tantos años en que ya dejamos de ser apoderados del colegio; esta tarea es más fuerte ya que nos insta a seguir ayudando. Preocuparnos también para que se integren más personas porque este servicio no puede parar. Cada semana, cada jueves, dejamos de lado muchas cosas, a nuestras familias, otras prioridades: esto nos motiva y nos alienta para continuar.” Manifestó, además, que " las palabras de la madre Irene les animan también para continuar en esta tarea."

Esta treintena de personas, cariñosamente reconocidos como los “canarios” por el llamativo color amarillo de sus casaquillas,  han celebrado 16 años y han renovado su  singular espíritu comprometiéndose para proseguir por otros 16 años más con este titánico desafío.

Usted puede ser parte de MARCELINO AYUDA; le hará bien y hará el bien entre los demás.

Texto y fotos:
Profesor Francisco Contreras Robles