La reunión convocó a dos generaciones, 30 y 25 años, de egresados de las aulas del claustro marista. Contó con la presencia del rector del instituto Jaime Inostroza Marín, quien además es el asesor del Centro de Exalumnos.

Acompañaron también los Hermanos Santiago Rosa, Ángel Gutiérrez y José Luis Arranz. Luego de una misa presidida por el padre José “Pepe” Abarza en la capilla colegial y de disfrutar de un reponedor desayuno hubo momentos para reencontrarse con los compañeros de generaciones pasadas y educadores que acompañaron su paso por el ISM: Benito Muñoz, José Manuel Barrera, Óscar Pérez y Miguel Ángel Loyola.

 “Fue muy importante marcar este hito en nuestras vidas y celebrar nuestro egreso con todos los que salimos en diciembre de 1985 es una bendición; son 3 décadas, que aunque parezcan la mitad de una vida, la verdad que es solo un soplo al viento”, señaló el exalumno, Óscar Martínez Valenzuela.

Martínez se manifestó muy agradecido, al igual que sus congéneres destacando textualmente que “agradezco como hijo Marista a Dios y la Virgen por protegernos y entregarnos tan magnífico día, agradecer al rector y al cuerpo directivo, por propiciar las condiciones para tener esta bella jornada de reencuentros. Sentimos el afecto, cariño y respeto por parte de los integrantes del colegio, los cuales se dieron el tiempo para poder estar con nosotros y atendernos.”

Una jornada cargada de sentimientos, de reflexión de alegrías y risas que se matizaron al conocer el curso de la vida que cada uno ha tomado estando fuera de los muros del instituto marista de Curicó.

“La verdad que tratar de explicar los sentimientos vividos en palabras es muy difícil, son muchas las emociones, pero quizás con nuestro agradecimiento sincero con un alma transparente por la atención vivida y el cariño demostrado por parte de ustedes, y sumado al testimonio entregado por la promoción 1985, en gratitud y agradecimiento por la noble labor educativa con sólidos valores cristianos y humanos entregados”, expresó sentidamente Óscar Martínez.


Un encuentro con la historia que conforma cada generación de estudiantes que han estado en las aulas de este señero centro del saber en Curicó y que promoviendo “Buenos cristianos y virtuosos ciudadanos” entrega las herramientas necesarias para forjar cada uno su propio destino.


Quizás la mejor síntesis de esta reunión de ex alumnos sea la siguiente: “Este encuentro, fue un gran mensaje al corazón, volvimos a ser niños por un rato y nos reafirma nuestra identidad Marista”, declaró un emocionado asistente al encuentro.

Texto: Profesor Francisco Contreras Robles
Fotos: Inspector Gustavo González