1. Independencia: Aunque los adolescentes no están preparados para tenerla de un modo absoluto, deles tanto cuanto sea posible. Pero recuerde que todavía necesitan su orientación. Sus hijos necesitan saber que se interesa por ellos hasta el punto de poner límites a la independencia total.
2. Permítales que cada vez más se responsabilicen por sus propias decisiones, acompañando así el desarrollo de su madurez. Si todavía no se mentalizó de esta necesidad, empiece ahora… ¡Nunca es tarde para cambiar!
3. No los sobreproteja ni los cuide. Ayúdelos a enfrentar la realidad y aceptar las consecuencias de sus propios actos. Acuérdese que los está preparando para la vida real.
4. Administre la disciplina con amor y firmeza. Busque ser justo(a) y nunca se muestre vengativo(a). Nunca aplique un castigo movido(a) por la ira. El método democrático es el mejor.
5. Esté atento(a) a las convicciones de sus hijos. Analice las razones en las que se fundamenta. Busque reafirmarlas, aprendiendo a establecer la diferencia entre los comportamientos transitorios y los principios morales que definen la diferencia entre el bien y el mal.
6. Busque ser honesto(a); o sea, viva de acuerdo a sus propias convicciones. No tenga miedo de reconocer sus propios errores y de pedir perdón. No se muestre como una persona perfecta e infalible, porque su hijo sabe que no lo es. Lo(a) llamará “hipócrita”. No imponga sus ideas, acepte las de sus hijos.
7. Favorezca la autoestima de sus hijos, dándoles un concepto adecuado de su propio valor. Por esta razón, nunca los humille con palabras o actos; respételos como le gusta que lo(a) respeten a usted. Ellos necesitan desarrollar el sentido de su propia dignidad y autoestima. No les ridiculice, manifiésteles confianza.
8. No sobreponga sus necesidades emocionales a las necesidades propias de sus adolescentes.
9. Esté siempre dispuesto(a) a escuchar y a dialogar. No rompa esta importante unión (el diálogo) con sus actitudes, palabras o ideas. Promueva el respeto mutuo, aún cuando los puntos de vista sean los mismos. Escuche con mucho interés y siga con atención la opinión de su adolescente. Busque en conjunto la solución del problema. Respete el idealismo de su adolescente. Es parte de su desarrollo.
10. No intente hacer de su adolescente una fotocopia de sí mismo(a). Nacemos individuos y acuérdese que su hijo nació con el derecho del libre albedrío. Ayúdele a desarrollar los talentos y habilidades individuales.