De esa manera se resaltó la figura señera de Marcelino que nació en Marlhes (en el Loira) Francia el año 1789 y murió en Saint-Chamond, un 6 de Junio de 1840 cuando los Hermanos estaban cantando la alabanza mariana de la Salve como inicio de la jornada diaria, práctica que él había introducido como protección permanente contra todos los disturbios políticos y sociales que se sucedían en una Francia convulsionada y que él y los Hermanos debieron enfrentar.

La eucaristía celebrada en el Instituto San Martín permitió a la Familia Marista que, a pesar del frío otoño curicano, se acercase para participar de este homenaje espiritual con el que la comunidad marista de nuestra ciudad testimonió el agradecimiento hacia un hombre – santo que prodigó lo mejor de sí para evangelizar a través de la educación, con especial atención de los más pobres y los más necesitados.

El Vicario zonal Cristian Avendaño recordó a Marcelino junto a la imagen de Dios que nos reúne en torno a la eucaristía para escuchar su palabra: “Marcelino, que tenía la gracia de reconocer la presencia de Dios, nos señaló el camino para reconocer su paso en todas las acciones humanas”.

El Vicario para Curicó de la iglesia católica señaló que “los adultos tenemos el deber de ayudar a los niños a encontrar a Dios en los sacramentos y la responsabilidad de los adultos es enseñar a los niños a reconocer esa presencia en el pan y el vino de la eucaristía”. Destacó el ejemplo de María quien con su ejemplo estuvo siempre presente al lado de Jesús, junto a los discípulos, en todo momento. Ella facilita el camino porque su ejemplo nos lleva junto a su hijo Jesús, con sencillez- al igual que San Marcelino – aprendiendo siempre con sencillez.

El Padre Avendaño acentuó el rol de las familias porque cada hogar es el lugar donde crecer y desarrollar el amor de Dios cuidando los espacios y momentos para compartir y conversar. Señaló “no hay mejor evangelización que aquella que realizamos al interior de nuestras familias.”

Al finalizar el encuentro litúrgico, el rector del Instituto San Martín de Curicó, Jaime Inostroza Marín, expresó su agradecimiento a todos quienes son parte de la obra de los hermanitos de María pidiendo por quienes en ella desarrollan su tarea.

Manifestó su gratitud por la presencia de la comunidad de hermanos en nuestra ciudad que con los Hnos. Santiago, Ángel y José Luis acompañan e iluminan el quehacer colegial y espiritual de este más que centenario colegio. Agradeció también a las familias por confiar a sus hijos, protagonistas directos de esta obra.

Similares palabras tuvo por los alumnos que con su energía alegran con sus pensamientos y acciones de vida; dió gracias por los ex alumnos, por Marcelino Ayuda, las Damas Maristas, por los educadores y educadoras quienes impulsan el proyecto de San Marcelino a través de diversas acciones proyectando el sueño de San Marcelino inclusive más allá del Instituto San Martín, fue la idea central expresada por el rector Inostroza.




Texto y fotografía:
Profesor Francisco Contreras Robles