Nuevamente el borde costero de la provincia de Curicó es testigo del despliegue de numerosas estudiantes maristas pertenecientes a los terceros medios del Instituto San Martín (ISM).
La mañana del domingo 21 de octubre se reunieron en el colegio para participar en una sencilla liturgia de envío. Fue el momento propicio para ahondar en la reflexión del alto sentido social que tiene esta tradicional actividad marista del ISM.
Cada estudiante llega a una casa en el sector cercano a Curepto. Allí, su familia anfitriona le recibe y acoge por espacio de una semana.
El compartir con la vida cotidiana de ese hogar, el trabajo agrícola propio de nuestra gente del campo, sus tradiciones y experiencias son un caudal de importante aprendizaje para muchos de los jóvenes que viven esta experiencia.
La compañía permanente de profesores y monitores instalados en terrenos ayuda para verificar que este pueda desarrollarse sin inconvenientes.
Las comunidades del Calpún, Docamávida, Huelón (alto y bajo) y otros nombres extraños y propios de la toponimia geográfica del lugar son ahora nombres conocidos, cercanos y próximos para casi un centenar de jóvenes desperdigados en dichos hermosos parajes.
Ahora, y he allí lo importante, según ha destacado el rector Jaime Inostroza Marín, es saber aquilatar este enorme esfuerzo que desarrolla la pastoral colegial del Instituto San Martín y aprender a valorar plenamente lo que se tiene, abrir corazones para acoger a nuevas personas y estrechas vínculos más allá de los muros de nuestro centenario colegio.