Iniciamos en el
Instituto San Martín, con mucho fervor y alegría, el Mes de María.
Durante todo el mes, queremos ir, Madre, en tu compañía amable, y
ejemplar. ¡Esperamos mucho de este caminar contigo!
Queremos que tu mes sea una oportunidad para vivir intensamente la
Espiritualidad Apostólica Marista (EAM). Queremos que este mes
dedicado a ti sea:
Una renovación profunda en la autenticidad de nuestro cristianismo.
Queremos aprender de ti tantas virtudes como necesitamos para
nuestra vida tan agitada y consumista.
Queremos marcar a fuego en nuestros corazones limpios unos criterios
de eternidad.
Y entre virtudes y criterios unas palabras de cariño para tu
hermosura y grandeza.
Jesucristo es nuestra meta y nuestro supremo amor, pero eres Tú,
Madre, el modelo más perfecto y por eso vamos contigo. ¡Llévanos a
Jesús!
En este mes, María, te miraremos mucho para devolver tus miradas de
amor.
Te amaremos más, para corresponder a tu amor. Y al
mirarte, con nuestros ojos sedientos de belleza
y al amarte con
nuestro corazón jadeante de intimidad
latirán en nuestra alma
fuerzas nuevas para escalar tu Estrella, para realizar en nuestra
vida la plenitud: ser hombres y mujeres de Dios.
Tú, eres, Madre, la criatura más transparente de la belleza de Dios.
Tú, la alegría segura de las almas que poseen a Dios. Por eso
buscamos tu intimidad y tu amor. Madre, Tú serás el cariño más
limpio y más fuerte de nuestra vida.
Caminar contigo, Virgen del buen camino, es un
regalo de Dios. Tú estarás, Madre, en las encrucijadas de
nuestra vida. Contigo iremos seguros hasta el corazón del Padre.
Por eso te cantamos: Ven con nosotros a caminar, Santa María,
ven. Ven con nosotros a caminar, Santa María Ven.