Para los fieles cristianos el pan y el vino son poderosos símbolos. El pan representa el cuerpo de Jesucristo entregado a su pueblo, quien lo consuma tendrá la vida eterna. El vino simboliza la sangre que derramó Jesucristo por su pueblo, quien lo beba verá perdonados sus pecados.

Los estudiantes de enseñanza media inicial dedicaron su tiempo para compartir el pan y el fruto de la vid en sus salas junto a sus tutores. Los terceros medios cumplieron con gran misticismo la dramatización de algunos pasajes del Vía Crucis en los patios del colegio. La puesta en escena permitió compartir el esperanzador mensaje de la resurrección del hijo de Dios: una oportunidad para renacer y renovar el compromiso humano de paz y amor al prójimo tan necesarios en todo momento.

Todas estas actividades desembocaron en masivas reuniones en el gimnasio del colegio. En primer lugar el ciclo de enseñanza básica junto a un carismático Padre Pablo Gajardo. Posteriormente la enseñanza media tuvo su encuentro en el mismo recinto, esta vez con la motivación del equipo de pastoral de la sección.