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¡Viva Chile!
FIESTAS PATRIAS. La víspera del 18 de septiembre animó los espíritus y sentimientos de chilenidad en el colegio. La ornamentación de salas y recintos con el tricolor del pabellón patrio, el uso de vestimentas típicas, manualidades y juegos criollos de chicos y grandes resaltaron esta efeméride nacional. En esta crónica repasamos un poco de historia sobre ese 18 de septiembre de 1810.
UN HITO ARISTOCRÁTICO Y COLONIALISTA
El 18 de septiembre de 1810 Chile dio el primer paso para obtener su independencia definitiva del dominio español. Esa mañana, a las 09:00 horas unos 400 vecinos se reunieron en el salón de honor del edificio del Real Tribunal del Consulado de Santiago. El motivo fue discutir cómo debía ser gobernado el país luego de que Napoleón Bonaparte invade en 1808 España tomando cautivo al Rey Fernando VII dejando a la cabeza a José Bonaparte, su hermano y a quien llamaban “Pepe Botella”.
El primero en tomar la palabra fue el octogenario gobernador Mateo de Toro y Zambrano y Ureta, de quien se dice padecía Alzheimer. Toro y Zambrano renunció a su cargo señalando: “Aquí está el bastón; disponed de él y del mando”.
Los miembros de la junta habían sido elegidos cuidadosamente por los integrantes del Cabildo de Santiago. El propósito era mantener una equilibrada representatividad de cada sector de la sociedad
Posteriormente José Miguel Infante hizo ver a la asamblea la conveniencia de designar una “Junta Provisoria de Gobierno”, como ya había ocurrido en otras colonias para gobernar mientras el monarca Fernando VII se encontraba prisionero. Para muchos historiadores, este evento emancipador fue un hito aristocrático y colonialista revolucionario porque fue el primer intento de autogobierno en este territorio.
“JUNTA QUEREMOS”
La asamblea aceptó la proposición de Infante con el grito de “Junta queremos”. Posteriormente fueron designados los miembros que integrarían el organismo.
Don Mateo de Toro y Zambrano asumió la presidencia de la Junta, que también estaba compuesta por José Antonio Martínez de Aldunate (obispo electo de Santiago), Fernando Márquez de la Plata, Juan Martínez de Rozas, Ignacio de la Carrera, Francisco Javier de Reina, Juan Enrique Rosales, José Gaspar Marín y José Gregorio Argomedo.
El acta de la reunión consignó que la reunión terminó a las 03:00 de la tarde en medio de la alegría de los vecinos de Santiago. El repicado de las campanas de las iglesias anunció a la comunidad capitalina la noticia que rápidamente se diseminó por el territorio.
12 de FEBRERO 1818.
Con la designación de una Junta de Gobierno, el Cabildo de Santiago reconoció y proclamó el principio de la soberanía nacional. Sin embargo, la verdadera independencia de Chile se logró ocho años después, el 12 de febrero de 1818, cuando Bernardo O’Higgins firmó en Talca el “Acta de Juramento de la Independencia”.
Así se escribió la historia hace 211 años, hito que con alegría se celebró en el Instituto San Martín destacando aquella efeméride que inició en Santiago un proceso que posteriormente en Talca conformaría una entidad nacional independiente y soberana.
¡Viva Chile!
El 18 de septiembre de 1810 Chile dio el primer paso para obtener su independencia definitiva del dominio español. Esa mañana, a las 09:00 horas unos 400 vecinos se reunieron en el salón de honor del edificio del Real Tribunal del Consulado de Santiago. El motivo fue discutir cómo debía ser gobernado el país luego de que Napoleón Bonaparte invade en 1808 España tomando cautivo al Rey Fernando VII dejando a la cabeza a José Bonaparte, su hermano y a quien llamaban “Pepe Botella”.
El primero en tomar la palabra fue el octogenario gobernador Mateo de Toro y Zambrano y Ureta, de quien se dice padecía Alzheimer. Toro y Zambrano renunció a su cargo señalando: “Aquí está el bastón; disponed de él y del mando”.
Los miembros de la junta habían sido elegidos cuidadosamente por los integrantes del Cabildo de Santiago. El propósito era mantener una equilibrada representatividad de cada sector de la sociedad
Posteriormente José Miguel Infante hizo ver a la asamblea la conveniencia de designar una “Junta Provisoria de Gobierno”, como ya había ocurrido en otras colonias para gobernar mientras el monarca Fernando VII se encontraba prisionero. Para muchos historiadores, este evento emancipador fue un hito aristocrático y colonialista revolucionario porque fue el primer intento de autogobierno en este territorio.
“JUNTA QUEREMOS”
La asamblea aceptó la proposición de Infante con el grito de “Junta queremos”. Posteriormente fueron designados los miembros que integrarían el organismo.
Don Mateo de Toro y Zambrano asumió la presidencia de la Junta, que también estaba compuesta por José Antonio Martínez de Aldunate (obispo electo de Santiago), Fernando Márquez de la Plata, Juan Martínez de Rozas, Ignacio de la Carrera, Francisco Javier de Reina, Juan Enrique Rosales, José Gaspar Marín y José Gregorio Argomedo.
El acta de la reunión consignó que la reunión terminó a las 03:00 de la tarde en medio de la alegría de los vecinos de Santiago. El repicado de las campanas de las iglesias anunció a la comunidad capitalina la noticia que rápidamente se diseminó por el territorio.
12 de FEBRERO 1818.
Con la designación de una Junta de Gobierno, el Cabildo de Santiago reconoció y proclamó el principio de la soberanía nacional. Sin embargo, la verdadera independencia de Chile se logró ocho años después, el 12 de febrero de 1818, cuando Bernardo O’Higgins firmó en Talca el “Acta de Juramento de la Independencia”.
Así se escribió la historia hace 211 años, hito que con alegría se celebró en el Instituto San Martín destacando aquella efeméride que inició en Santiago un proceso que posteriormente en Talca conformaría una entidad nacional independiente y soberana.
¡Viva Chile!
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