El ritual religioso se desarrolló en el patio central del colegio el jueves 24 de noviembre. Cada estudiante estuvo acompañado por sus padres, apoderados y familiares quienes agradecieron a Dios y rogaron a María –la buena madre- interceder en los destinos de cada uno de los jóvenes que finalizó sus estudios de enseñanza media.

El Padre Pepe señaló que este país requiere de nuevos jóvenes para enfrentar la tarea de transformar para bien  nuestra sociedad: "A esta generación le correspondió vivir todo el efecto del terremoto y movilizarse para entregar  ayuda, esta generación ha visto como un país  se mueve visceralmente para tener una educación mejor; en lo dicho radican los nuevos desafíos" , sostuvo.

Manifestó además que "Uds. ahora pasan a ser ex alumnos de un colegio marista (…) y en medio de todas sus acciones y decisiones pasen por el corazón los recuerdos, los valores, los gestos que pudieron cultivar aquí (…) donde crearon lazos hermosos, lazos que no se venden en el comercio, lazos que no le importan a un mundo neoliberal o postmoderno. Esos son los lazos que se dan cuando la dimensión humana está al servicio de la educación."

Cerró su mensaje sosteniendo que "Jesús quiere que cada uno de nosotros sea sal para conservar los valores humanos; ser luz para iluminar el camino (…) y que no con el primer viento que sople -de contradicción o de oposición a los sueños- su luz se extinga."

Agregó, "Uds. son parte de una  generación con lindos desafíos para superar. Lleven en su corazón las enseñanzas maristas; lleven también la ternura de una buena madre que les va a cobijar en los momentos difíciles.

Lleven en su corazón la impronta de un joven que ha salido de un colegio cristiano para que brille para un mundo, una sociedad y un país que les necesita mucho", enfatizó.

Casi al final de esta importante ceremonia religiosa, nuestra rectora, Sra. Marcela Hormazábal, se dirigió a los presentes recordando que muchas familias han estado durante 14 o 20 años junto a nosotros porque han tenido o al segundo, tercero o cuarto hijo en este Instituto. Luego continuó: "este es un lugar sagrado para todos.

En este lugar hemos pasado muchas horas; a veces, esperando una charla, compartiendo antes de ingresar a una reunión de apoderados (…) Ojalá lleven a Jesús y María en cada momento porque esa ha sido nuestra enseñanza día a día."

También les pidió a cada alumno "no olvidar a cada familia que visitaron en cada proyecto solidario que hicieron; ojalá no olviden aquellas cosas que conversaron con sus profesores (…) no olviden jamás este colegio que ha querido simplemente brindarles una educación de calidad en lo religioso, académico, deportivo".

Agradeció a través de un homenaje a los Padres y Apoderados que finalizan su permanencia en el Instituto San Martín. De un total de 99 familias, 54 parten definitivamente de este casi centenario instituto.

El Consejo Directivo del colegio junto al Hermano Santiago testmoniaron la entrega de un presente a dichas familias. Los estudiantes, por su parte, entregaron regalos a los Hermanos  José Luis, Santiago y Ángel

Una oración junto al monumento a San Marcelino Champagnat cerró el encuentro religioso organizado y preparado por la Pastoral colegial para los Cuartos Medios, generación 2011.













Fotografía : Francisco Contreras
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