Eucaristía llamó a construir una auténtica comunidad de hermanos
EUCARISTÍA I La lectura tomada del libro del Éxodo (29:43) “Y me encontraré allí con los hijos de Israel, y el lugar será santificado…” fue parte del mensaje compartido con el personal del colegio reunido en la capilla del Instituto San Martín la mañana del viernes 24 de febrero.
EL COLEGIO, UN LUGAR SACRO
La cita y reflexión de inicio fue realizada por el coordinador de evangelización explícita y vicerrector, Jorge Muñoz Peña. El educador refirió que un lugar sagrado "es un sitio de comunión, con ideas afines y objetivos comunes donde la Misión y Visión se hacen vida en los quehaceres cotidianos de las actividades propias y singulares de cada uno de sus integrantes".
“Para los Maristas de Champagnat, hermanos, laicos y laicas" - profundizó el profesor - "los lugares propicios para dar a conocer a Jesucristo y hacerlo amar son lugares sagrados”. Agregó el profesor Jorge Muñoz que los espacios formativos en los que interactuamos y crecemos juntos como unidad educativa hacen que el colegio sea un espacio sagrado.
La reflexión abogó para poner en comunión y rogar a Dios para que cada integrante de la comunidad escolar del Instituto San Martín cultive un espacio de encuentro, de sinceridad e identidad Marista para cristalizar hoy “los sueños de nuestro fundador, san Marcelino Champagnat”.
CORAZONES SINCEROS
El desarrollo del encuentro pastoral fue dirigido a continuación por el Pbro. Pablo Gajardo Villavicencio. El jóven pastor rogó a Dios para que acompañe con su benevolencia los comienzos de este caminar de modo que cada una de las prácticas exteriores de cada persona exprese la sinceridad de sus corazones.
“De qué sirve el ayuno, las cenizas o -como antaño- usar un cilicio si al final del día es algo exclusivamente exterior que no logra cambiar el corazón.” Luego agregó: “El ayuno o la penitencia real es aquella que no solamente queda afuera, sino que por sobre todo es capaz de transformar interiormente a cada persona, y el tiempo de Cuaresma es la oportunidad propicia para eso”.
El religioso manifestó que cada persona, con sus inconsistencias tiene la oportunidad para trabajar y pulir precisamente esas inconsistencias logrando ser cada día un poco mejor.
El Padre Pablo expresó que “como comunidad educativa hay mucho que hacer para avanzar hacia una sociedad más justa y la Iglesia siempre ha estado vinculada a la educación (...) porque ella es capaz de transformar los corazones.”
UN SIGNO QUE OTORGA IDENTIDAD
Casi al cierre de la Eucaristía se invitó a los educadores que se incorporan este año a pasar al centro del recinto de oración para recibir una piocha distintiva de su ingreso al Instituto San Martín reconociéndose como miembros activos de la comunidad Marista de Curicó.