Fue así como ex alumnos profesionales de áreas tales como Arquitectura, Contabilidad, Derecho, Medicina, Medicina Veterinaria, Odontología, Psicología, Psicopedagogía, Trabajo Social, entre otras, dedicamos la mañana y parte de la tarde a compartir con los alumnos internos de la Escuela “Luis Escobar Lara” y, en dependencias de la misma institución educacional –cuya Dirección nos acogió muy gentilmente-, a colocar nuestra experiencia y conocimientos al servicio de la comunidad local, ávida de atención y consejo respecto de las diversas problemáticas que le aquejan.

Al cabo de varias horas de preparación y trabajo, con el invaluable respaldo de la Federación Nacional de Ex alumnos Maristas, más el desinteresado aporte de la Dirección del Colegio, Centro de Padres y Apoderados y colaboradores permanentes de nuestro Centro de Ex alumnos, el operativo resultó todo un éxito. Logramos alcanzar los objetivos trazados y, más allá de aquello, obtuvimos la mayor de las recompensas posibles: cumplimos a cabalidad, al menos por aquella jornada, con la tarea de todo cristiano de multiplicar nuestros talentos y alimentamos el espíritu con las sonrisas agradecidas de hombres, mujeres y niños.

No obstante, siempre tenemos que hacer espacio para la reflexión y sabemos que este tipo de experiencias se puede replicar y mejorar. Aún más, es nuestro deber hacerlo, pues, de lo contrario, esto habrá sido sólo semilla desperdiciada en terreno estéril. Queremos repetir esta iniciativa, aumentando la convocatoria de alumnos y ex alumnos y, por qué no, llevando nuestra humilde colaboración y el mensaje de San Marcelino a otras localidades cuya población requiera compañía y apoyo. Contamos, para ello, con el permanente consejo de nuestro fundador y de Nuestra Buena Madre, que sabrán guiarnos e iluminar el camino.