Fuerte resonaron las
palabras de Benito Baranda quien expuso el tema "Voluntariado Social
Juvenil: realizarse sirviendo a los demás" ante estudiantes de los
Centros de Alumnos maristas reunidos en el Instituto San Martín de
Curicó.
Esta era la segunda gran charla dirigida a jóvenes, profesores,
padres y apoderados que se aproximaron a
nuestro casi centenario centro educativo. En un día
viernes 6 de Agosto que muy temprano se había iniciado con la
oración y más tarde con la visita en terreno a familias que habían
perdido sus hogares en el megaterremoto del 27 de Febrero pasado la
conversación profunda de Benito Baranda venía a remecer las
conciencias de los presentes.
El filántropo chileno inició su exposición con la
pregunta ¿Por qué ser solidarios ¿Por qué los humanos trabajamos
por los demás Para quienes somos creyentes hay una razón
fundamental y es que Dios nos ha hecho a cada uno de nosotros a su
imagen y semejanza y el Dios de los cristianos es una comunidad que
vive en torno al amor (
) Si alguna vez alguien ha realizado un
acto heroico, silencioso, de servir a otro, algo crece en ustedes,
enfatizó. Inclusive en el aspecto sicológico, una de las etapas más
importantes es aquella en que la
persona logra la plenitud cuando sale de sí misma y
se dispone a servir a los demás. Agregó que vivimos en comunidad y
para ello tenemos que servirnos mutuamente para vivir en comunidad.
Dirigiéndose a los estudiantes señaló que si toda la sociedad
chilena, ustedes que son los centros de alumnos, el colegio donde
estudian, sus familias, fuesen egoístas, nos sacaríamos la mugre
entre nosotros. Imagínense a ustedes -que están aquí reunidos- si se
pelaran, se insultaran, no podrían vivir en comunidad.
Recordando al Padre Alberto Hurtado señaló que este
decía que muchos de nosotros soñamos con reformas sociales; a mí me
encantaría cambiar leyes, cambiar la forma en que distribuimos los
ingresos que sigue siendo muy mala en Chile. En Latinoamérica
contamos con una gran población católica y cristiana, somos sin
embargo-el continente con la distribución de la riqueza más injusta,
donde hay mayor injusticia, mayor desigualdad (
) el Padre Hurtado
nos decía que si no estamos reformados en nuestras conciencias y en
nuestro espíritu es muy difícil sostener cualquier reforma.
Baranda les dijo a los estudiantes que muchas de las
tareas que se realizan en orden solidario no
verán su pleno desarrollo en breve: cuando
cada uno de ustedes actúa lo hace con un largo plazo; cada acción va
a repercutir en la sociedad no de manera inmediata. En La acción uno
es siempre un pequeño eslabón en una gran cadena de la justicia, de
la solidaridad. No hay que creerse ser un gran eslabón; uno es
pequeño y si lo hago bien otro eslabón vendrá después y esta cadena
crece y nos permitirá tener una América latina, un territorio, un
país como Chile con menor pobreza.
En otro acápite, el sicólogo señaló que hay
dificultades que nos impiden ser más humanos. Ejemplos son: la
soledad existencial y hay que ayudar a otros a darle sentido a la
vida; lo otro es el aburrimiento con muchas claves de escapismo de
la realidad como es el refugio en la droga y el alcohol; también la
primacía de una lógica del intercambio (o mercantilismo) donde tanto
te doy si tú me das a mí y Dios, el Señor de los Cristianos nos
señala que uno debe ser gratuito en aquello que entrega. De lo
anterior se desprenden cuatro culturas que imperan en la sociedad:
la cultura del TENER; la cultura del INDIVIDUALISMO; la cultura de
la IMPULSIVIDAD y la cultura del PODER.
Invitó Benito Baranda a movilizarse, a estar en
ACCIÓN no olvidando las palabras del Santo Alberto Hurtado que
indicaba que luego de cada acción hay que volver a la oración, a los
sacramentos como fuente que vitaliza y da la fuerza necesaria para
seguir adelante: hay gente que es muy buena para actuar pero que
después no reflexiona acerca de la realidad y esa realidad no
modifica la vida de ellos y, por lo tanto, al final esa realidad no
le enriquece ni le permite ser más ni mejor cristiano.
Por último, nuestro charlista compartió su
experiencia con un ex alumno marista- hoy, el Padre Juan Díaz- hace
más de treinta años atrás quien abrió los ojos de Baranda cuando le
dijo que cualquiera de nosotros puede aspirar a la santidad y no
necesariamente habría que ser religiosa o religioso: todos los que
estamos acá podemos ser santos. Hombres o mujeres chiflados por su
ideal. Para los cuales Cristo es una realidad viviente, su Evangelio
un código siempre actual, su mensaje algo perfectamente aplicable a
su vida y que tratan de vivirlo
Hombres que se esfuercen en amar y
servir a sus hermanos, como Cristo los serviría; esos son los
conquistadores del mundo (P.Hurtado sj) (
) ese es el llamado
que nos hace el evangelio el día de hoy, eso es lo
que nos pide el mundo de hoy. Ustedes que son representantes de los
Centros de Alumnos de los colegios donde están si tienen claridad de
esto van a poder también convencer con mayor propiedad a esos
alumnos y alumnas que hay una gran alegría en el servir a los demás
y que hay una gran oportunidad de crecimiento y de formación
interior que nos permitirá ser excelentes y buenos
cristianos
personas que podamos servir a la comunidad, recalcó.
Un recuerdo entregado por el Centro de Alumnos del ISM (CAIS) selló
su presentación.