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Benito Baranda: Convicción Solidaria
Por
Instituto San Martín .
Publicado:
13 Agosto 2010
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Fuerte resonaron las palabras de Benito Baranda quien expuso el tema "Voluntariado Social Juvenil: realizarse sirviendo a los demás" ante estudiantes de los Centros de Alumnos maristas reunidos en el Instituto San Martín de Curicó.


Esta era la segunda gran charla dirigida a jóvenes, profesores, padres y apoderados que se aproximaron a nuestro casi centenario centro educativo. En un día viernes 6 de Agosto que muy temprano se había iniciado con la oración y más tarde con la visita en terreno a familias que habían perdido sus hogares en el megaterremoto del 27 de Febrero pasado la conversación profunda de Benito Baranda venía a remecer las conciencias de los presentes.
  El filántropo chileno inició su exposición con la pregunta “¿Por qué ser solidarios ¿Por qué los humanos trabajamos por los demás Para quienes somos creyentes hay una razón fundamental y es que Dios nos ha hecho a cada uno de nosotros a su imagen y semejanza y el Dios de los cristianos es una comunidad que vive en torno al amor” (…) “Si alguna vez alguien ha realizado un acto heroico, silencioso, de servir a otro, algo crece en ustedes, enfatizó. Inclusive en el aspecto sicológico, una de las etapas más importantes es aquella en que la persona logra la plenitud cuando sale de sí misma y se dispone a servir a los demás. Agregó que “vivimos en comunidad y para ello tenemos que servirnos mutuamente para vivir en comunidad”. Dirigiéndose a los estudiantes señaló que si “toda la sociedad chilena, ustedes que son los centros de alumnos, el colegio donde estudian, sus familias, fuesen egoístas, nos sacaríamos la mugre entre nosotros. Imagínense a ustedes -que están aquí reunidos- si se pelaran, se insultaran, no podrían vivir en comunidad”. Recordando al Padre Alberto Hurtado señaló que este decía que “muchos de nosotros soñamos con reformas sociales; a mí me encantaría cambiar leyes, cambiar la forma en que distribuimos los ingresos que sigue siendo muy mala en Chile. En Latinoamérica contamos con una gran población católica y cristiana, somos – sin embargo-el continente con la distribución de la riqueza más injusta, donde hay mayor injusticia, mayor desigualdad (…) el Padre Hurtado nos decía que si no estamos reformados en nuestras conciencias y en nuestro espíritu es muy difícil sostener cualquier reforma.” Baranda les dijo a los estudiantes que muchas de las tareas que se realizan en orden solidario no verán su pleno desarrollo en breve: “cuando cada uno de ustedes actúa lo hace con un largo plazo; cada acción va a repercutir en la sociedad no de manera inmediata. En La acción uno es siempre un pequeño eslabón en una gran cadena de la justicia, de la solidaridad. No hay que creerse ser un gran eslabón; uno es pequeño y si lo hago bien otro eslabón vendrá después y esta cadena crece y nos permitirá tener una América latina, un territorio, un país como Chile con menor pobreza.” En otro acápite, el sicólogo señaló que hay dificultades que nos impiden ser más humanos. Ejemplos son: la soledad existencial y hay que ayudar a otros a darle sentido a la vida; lo otro es el aburrimiento con muchas claves de escapismo de la realidad como es el refugio en la droga y el alcohol; también la primacía de una lógica del intercambio (o mercantilismo) donde tanto te doy si tú me das a mí y Dios, el Señor de los Cristianos nos señala que uno debe ser gratuito en aquello que entrega. De lo anterior se desprenden cuatro culturas que imperan en la sociedad: la cultura del TENER; la cultura del INDIVIDUALISMO; la cultura de la IMPULSIVIDAD y la cultura del PODER”. Invitó Benito Baranda a movilizarse, a estar en ACCIÓN no olvidando las palabras del Santo Alberto Hurtado que indicaba que luego de cada acción hay que volver a la oración, a los sacramentos como fuente que vitaliza y da la fuerza necesaria para seguir adelante: “hay gente que es muy buena para actuar pero que después no reflexiona acerca de la realidad y esa realidad no modifica la vida de ellos y, por lo tanto, al final esa realidad no le enriquece ni le permite ser más ni mejor cristiano.” Por último, nuestro charlista compartió su experiencia con un ex alumno marista- hoy, el Padre Juan Díaz- hace más de treinta años atrás quien abrió los ojos de Baranda cuando le dijo que cualquiera de nosotros puede aspirar a la santidad y no necesariamente habría que ser religiosa o religioso: “todos los que estamos acá podemos ser santos. Hombres o mujeres chiflados por su ideal. Para los cuales Cristo es una realidad viviente, su Evangelio un código siempre actual, su mensaje algo perfectamente aplicable a su vida y que tratan de vivirlo… Hombres que se esfuercen en amar y servir a sus hermanos, como Cristo los serviría; esos son los conquistadores del mundo (P.Hurtado sj) (…) ese es el llamado que nos hace el evangelio el día de hoy, eso es lo que nos pide el mundo de hoy. Ustedes que son representantes de los Centros de Alumnos de los colegios donde están si tienen claridad de esto van a poder también convencer con mayor propiedad a esos alumnos y alumnas que hay una gran alegría en el servir a los demás y que hay una gran oportunidad de crecimiento y de formación interior que nos permitirá ser excelentes y buenos cristianos…personas que podamos servir a la comunidad”, recalcó.

Un recuerdo entregado por el Centro de Alumnos del ISM (CAIS) selló su presentación.
 

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