Esto era la antesala para celebrar la liturgia en el gimnasio del ISM. El Padre Francisco Cartes ofició el servicio religioso con presencia masiva de la comunidad colegial. El Mensaje del capellán marista exaltó la figura del santo chileno destacando que fue un hombre como cualquiera de nosotros y a quien se le recuerda por su profundo amor a Dios, a Jesucristo y por toda la inmensa tarea solidaria que nos legó perdurando hasta nuestros días.

“Se le recuerda por haber sido una persona con una tremenda sensibilidad social. Alberto Hurtado, fue un hombre tremendamente preparado (…) capaz de descubrir el rostro de Jesucristo en aquellos que estaban absolutamente carentes de todo”, señaló. Nuestro capellán le pidió a los presentes a “no acostumbrarnos a ver miserias. Cada vez que construimos una mediagua, cada vez que ayudamos a una familia debemos ver que Cristo está en medio de ellos y que tenemos que hacer algo por ellos.”

Las palabras de Albero Hurtado, leídas por el pastor – “…alegría de vivir. Contento, Señor contento” – fue el eco que se llevó la comunidad escolar para realizar diferentes acciones solidarias en el colegio, en la ciudad y sus alrededores en una jornada que ocupó positivamente toda la mañana.