La oración de envío de parte del capellán Francisco Cartes, las palabras de aliento de nuestra rectora, Profesora Marcela Hormazábal y la motivación permanente del Consejo Directivo y la pastoral colegial fueron motores que pusieron en marcha esta magna cruzada solidaria. La secuela destructiva del mega terremoto del pasado 27 de febrero aniquiló los hogares de miles de personas. Un terremoto calificado por muchos locales como “mentiroso” porque al desplome de viviendas esa fatídica madrugada de febrero, la posterior visita de los expertos (profesionales de obras e ingenieros) y su respectiva evaluación determinaron el lapidario dictamen de demoler en breve. Reconstruir es una tarea de largo aliento. Mientras avanza el otoño, días y noches ya son muy frías. Se avizoran para esta localidad las primeras lluvias y se hace más urgente levantar viviendas que ayuden a paliar las inclemencias de la naturaleza y además dignifiquen –dadas las circunstancias- la precariedad de la existencia de quienes perdieron su techo. Los sectores fueron elegidos por la Municipio local y su departamento de ayuda social. Para esta intervención y que en la presente entrega noticiosa se grafica el sector de Población Dragones (Aguas Negras) de Curicó las familias recibieron esta substancial ayuda para lo cual nuestro colegio colocó sus talentos y capacidades de trabajo en equipo para organizarse rápidamente y desplazarse con alegría y disposición para servir.

Nivelar, medir, derribar estructuras colapsadas, tomar la picota, la pala y el martillo no fueron impedimento para nuestros solidarios estudiantes, tal como lo apreciamos en la galería de imágenes.