Si bien el inicio del
año escolar está momentáneamente suspendido (será avisado
oportunamente por este medio) hasta que se restablezcan las
condiciones de absoluta seguridad tanto en el colegio mismo y
?fundamentalmente- en el perímetro externo (vecindario) en que nos
ubicamos, debemos prepararnos para el retorno a clases.
En medios de comunicaciones diversas se ha publicado el decálogo
para bordar la crisis que elaboró un equipo de psicólogos de la
Pontificia Universidad Católica para tratar la catástrofe con los
niños en el regreso a clases:
1) Deben sentirse acompañados por personas adultas con las que
tengan vínculos afectivos, como sus profesores; pero también sus
compañeros son un elemento significativo de contención emocional.
2) Hacer que hablen de lo que pasó, lo que escucharon, sintieron,
pensaron, etc. Es importante que el niño sienta que sus emociones y
preguntas son importantes.
3) Si el niño no quiere hablar, es mejor no presionarlo. Es mejor
darle espacio a que hable del tema cuando se sienta preparado, y que
el profesor se muestre disponible para conversar del tema cuando el
niño quiera.
4) Se puede recurrir a formas distintas de expresar las
emociones, además de conversar, como mímicas, dibujos, pinturas,
títeres, lecturas de cuentos, etc.
5) El adulto se debe adaptar a la edad del niño, usando un
lenguaje claro y apropiado a su nivel de comprensión, para que
puedan entender las explicaciones.
6) Para elaborar lo sucedido, es clave hablar
varias veces del tema y que el adulto esté disponible siempre que el
niño necesite conversar o preguntar, y repetir la información las
veces que sea necesario.
7) Explicarles las causas de un terremoto, que lo principal
ya pasó y que las réplicas van a ir bajando en intensidad, aunque
durarán por días o meses. Que eso es normal, porque la Tierra se
sigue ajustando, y que no significa que venga un nuevo terremoto.
8) No exagerar lo sucedido, ni darles información en forma
morbosa o repetitiva, así como tampoco mentirles diciéndoles cosas
como que nunca más habrá un terremoto. Se recomienda tener especial
cuidado con la exposición de los niños a las noticias de la
televisión.
9) Explicarles qué hacer en caso de réplicas fuertes: buscar
un lugar seguro de su casa o colegio e ir caminando (no corriendo) a
él. Saber esto disminuye la angustia.
10) Los niños reaccionan distinto; algunos se angustian
en el momento, otros a los minutos, y otros pueden tardar días.
Son reacciones normales; lo importante es estar alerta a estas
señales para apoyarlos. Si aumentan, hay que consultar a un
especialista.