La devoción a María
queda plasmada en cada jornada matinal del ISM.
Un toque de timbre largo y sostenido es el llamado
para reunirse durante algunos minutos frente a la imagen señera que
acompaña la tarea escolar diaria de todos los que nos acogemos en
los brazos amorosos de María.
Para algunos un ritual; para otros una sentida oración y reflexión
que busca pedir por algo o alguien; o simplemente agradecer.
Cada mañana se cumple el sagrado rito de saludar
y ofrendar a la Buena Madre, cumpliendo con el sagrado precepto
de la Congregación Marista y de Marcelino Champagnat de
articular la Fe, la cultura y la vida teniendo a María como
modelo de educadora y puente intercesor con Jesús.
Un encuentro que se mantendrá hasta la segunda
semana de diciembre un encuentro que es parte del deber ser
marista una cita que busca reencontrarse con el sentimiento más
íntimo del ser humano: la del hijo y su Madre.