Canten cualquier cosa, aunque desafinen, pero canten. Cantar dilata los pulmones y abre el alma para todo lo bueno que la vida nos ofrece. Si insisten en no cantar, por lo menos escuchen música y déjense llevar por ella. Ríanse de la vida, de los problemas, ríanse de ustedes mismos. La gente comienza a ser feliz cuando es capaz de reírse de sí misma. Ríanse de las cosas buenas que les suceden. Ríanse abiertamente para que todos se puedan contagiar de su alegría. No se dejen abatir por los problemas. Si procuran convencerse de que están bien, van a terminar convenciéndose que realmente lo están, y cuando menos lo piensen se van a sentir realmente bien. El buen humor, así como el mal humor, se contagian. ¿Cuál de ellos van a escoger Si están de buen humor, las personas a su alrededor también lo estarán y eso les dará más fuerza. Lean cosas positivas. Lean buenos libros, lean poesía, porque la poesía es el arte de aceitar el alma. Lean romances, historias de amor, o cualquier cosa que reavive sus sentimientos más íntimos y más puros. Practiquen algún deporte. El peso de la cabeza es muy grande y tiene que ser contrarrestado con algo. Además se van a sentir bien dispuestos, más animados, más jóvenes. Afronten sus obligaciones con satisfacción. Es maravilloso disfrutar con lo que se hace. Pongan amor en todo lo que está a su alcance. Cuando se propongan hacer algo, métanse de cabeza. No dejen escapar las oportunidades que la vida les ofrece. No vuelven. No son ustedes quienes están pasando, son las oportunidades que dejaron irse. Ninguna barrera es infranqueable si están dispuestos a luchar contra ella. Si sus propósitos son positivos nada podrá detenerlos. No dejen que sus problemas se acumulen, resuélvanlos lo antes posible. Hablen, conversen, expliquen, discutan y perdonen: el silencio mata. Exterioricen todo, dejen que las personas sepan que las estiman, que las aman, que las necesitan. Cultiven su interior y brotará belleza de todos sus poros. No sean aburridos… ¡Ustedes pueden! ¡Todos podemos! Entonces… ¡Vamos! ¡Vivan mejor! Un abrazo. Hasta el próximo domingo si Dios quiere.