El Obispo de la diócesis, Monseñor Horacio Valenzuela, dirigió la
liturgia de inicio del año escolar 2007. Para este fin, diferentes
establecimientos educacionales católicos se reunieron con algunos de
sus representantes en el gimnasio del Instituto San Martín para dar
gracias a Dios y pedir su intercesión frente a los nuevos desafíos
que impone este nuevo año escolar.
Entre los establecimientos participantes se contó con
la presencia del Liceo Agrícola Padre Alberto Hurtado de Molina;
escuela España; escuela particular N° 91-Molina; colegio Cordillera
de la localidad de Molina; colegio Inmaculada Concepción; Liceo
Fernando Lazcano; Liceo Politécnico; Orchard College; Liceo
Tecnológico Mataquito; colegio San Ramón Nonato; colegio Monseñor
Manuel Larraín Errázuriz; Instituto Santa Marta; colegio San José; y
por supuesto, el Instituto San Martín.
Para los alumnos y alumnas reunidos en esta liturgia
y, muy en especial, para los estudiantes del Instituto San Martín
fue muy importante recoger el mensaje del Obispo quien realizó una
interesante analogía sobre una experiencia personal de juventud y en
donde relataba como él junto a unos amigos habían traído de la zona
precordillerana diversas especies de raulíes que trasplantaron en
sus hogares muy cerca de Santiago. Sin embargo contaba el Obispo-
estos al poco tiempo se marchitaron y murieron porque habían sido
separados de su
entorno natural que les permitía vivir. La
experiencia de Monseñor Horacio Aránguiz sirve para graficar a los
estudiantes que algo similar ocurre en el alma de aquel que abandona
a Dios o separa de sí mismo el amor que él nos legó: así se muere en
larga agonía, porque desarraigamos de nuestra condición natural de
seres humanos e hijos del mismo Padre a un componente importante que
debe alimentar nuestros corazones día a día, el amor y vida que en
abundancia nos legara a través de su hijo Jesús.
Palabras que invitaron a la reflexión de profesores,
religiosas y alumnado presente en tan significativa ocasión y que
apreciamos a través de las fotografías que muestran diversos pasajes
de esta ceremonia; el arte de la expresión corpórea de la danza y
algunos de los abanderados que representan a sus respectivos
establecimientos educacionales con sello católico.