Siendo el marco relevante de este encuentro el lema “UN CORAZÓN, UNA MISIÓN”, la misión de Dar a Conocer a Jesucristo y Hacerle Amar, el coro polifónico del Instituto San Martín abrió la ceremonia entonando el himno nacional. A continuación, nuestra rectora, Sra. Marcela Hormazábal Cruz dio a conocer su mensaje de bienvenida destacando que los 95 años de trayectoria del Instituto San Martín nos permiten admirar, agradecer y reavivar el compromiso con la gran obra espiritual y educativa marista. Seguidamente, señaló lo importante que es mantener viva y presente la historia de nuestro colegio, especialmente cuando vivimos un mundo de rápidos y profundas transformaciones y donde una educación basada en la tradición recobra un rol gravitante en nuestras vidas.
  Especiales palabras dirigió para agradecer la presencia y trabajo que durante dos años desplegó el Hermano Carlos Arrazubi en sus clases de religión, con el grupo de scouts y otras múltiples labores que han quedado cobijadas en el cariñoso recuerdo de los pequeños que atendió. El Hermano Carlos a inicios de marzo ha partido a formar parte de la comunidad marista de Tocopilla.
  También, la rectora mencionó que este año tres nuevas profesionales, ex alumnas del I.S.M. se han incorporado para trabajar en la pastoral colegial: Srtas. Ena Calaf Fuentes y Karen Mandujano quienes apoyarán el movimiento MARCHA; y la Srta. Karen Talep quien trabajará en la comunidad marista GAMA. También se presentó a la Sra. Patricia González quien a partir de este año servirá la asignatura de inglés en los niveles de terceros y cuartos básicos.
 
En las palabras finales, nuestra rectora destacó a dos ex alumnos de nuestro colegio, María Jesús “Pita” Porter y Raimundo “Niki” Araya porque ellos han de representar el sentido de la misión y los valores maristas que impulsa el Instituto San Martín de Curicó: educar en la solidaridad entregándole a la sociedad personas y profesionales de bien y que, plasmado en estos dos jóvenes, al término de su enseñanza media han adoptado la valiente decisión de entregar un año de sus vidas al servicio de los necesitados en lugares remotos de nuestro país y latinoamérica.
 
Posteriormente, el padre Francisco Cartes, capellán del colegio, procedió a bendecir los cuadernillos de oración matinal y la cajita de la cuaresma que fueron recibidas por un representante de cada curso: significativos elementos que han de servir para animar la oración de cada mañana así como reunir la ayuda económica que servirá de alivio para quienes más lo requieren.
 
El coro polifónico engalanó con suave melodía el recinto deportivo con el “gaudeamus igitur”, una invitación al espíritu y alma joven que debe estar presente en todo momento del trabajo lectivo de este nuevo año escolar. Finalmente, los estudiantes se trasladaron a sus respectivas salas para recibir los primeros saludos e indicaciones de sus profesores jefes – tutores. De esta forma, de manera sencilla pero muy significativa, se dio el paso para que nuestros patios se llenaran nuevamente con las risas y juegos de nuestros alumnos y alumnas, mientras que las salas, laboratorios, talleres y otros lugares recobraban nuevamente vida, dejando atrás el calmo descanso del tiempo estival.