El día miércoles 10 de agosto recibimos la grata visita
de la tía Marcela, Rossana, Francisco y el Hno. Ángel,
que fue muy bien recibida por todos quienes estamos
vivenciando este proyecto, ya que es bueno poder contar
con el apoyo de la comunidad colegial y así darnos
cuenta del gran interés que existe por nuestra estadía y
el cómo nos encontramos, tanto los alumnos como los
animadores de comunidad y los profesores tutores Jorge
Muñoz y Gabriel Cataldo.
En el almuerzo nos acompañó el Párroco, Padre
Roberto, donde degustamos un rico y sabroso Pavo al horno,
criado y preparado por la señora María, una mujer del lugar que
cada año nos ha recibido con gran afecto y nos ha dispensado su
hospitalidad.
Más tarde a eso de las 15:00 hr salimos de
visita a los sectores de Calpún, en donde los jóvenes
pudieron compartir con las visitas contándoles su
experiencia en el trabajo del campo, por ejemplo, la
Pita en su casa asignada ayuda en el trabajo de asistir
a la feria de Curepto para la venta de verduras entre
otras cosas; el Niki en su respectiva casa con el
sembrado de garbanzo, la ordeña de las vacas y el tomar
el estado del agua del sector. De una manera u otra
pudieron compartir con las familias y la experiencia de
estos jóvenes maristas.
Luego, rápidamente por el tiempo, visitamos
Paraguay. Los jóvenes estaban contentos con la visita, ya que
recibieron el cariño y afecto del Codi, y a través de ellos, de
todo el colegio.
Más tarde llegamos a la comunidad de Docamávida, en donde
compartimos nuevamente con los jóvenes un reconfortante mate,
pan amasado y huevos duros.
Entre abrazos, risas, llantos de alegría por la grata visita y
buenos deseos, retomaron el viaje de regreso para perderse entre
la espesura de los bosques y caminos del sector.
Mientras tanto, al término de la jornada,
regresamos a nuestro lugar de encuentro, alegres y
contentos, ya que todo caminaba en la gracia del Señor,
sabiendo que estamos invisiblemente presentes en nuestro
colegio y en las oraciones que cada día nuestros padres
realizan en la capilla acompañados de nuestros
profesores.
Que María nuestra madre nos siga acompañando y San
Marcelino esté contento con sus «Buenos cristianos y
virtuosos ciudadanos».