Este evento tuvo como objetivos proporcionar a los participantes una experiencia de Cristo, reconocer su valor personal a los ojos de Dios, fortalecer el sentido de comunidad en la nueva cordada, y ejercitar la animación como un camino de crecimiento personal y grupal.

LUZ Y OSCURIDAD

El profesor Juan Ignacio Cossa nos relató que en el Estadio Marista se realizaron cinco actividades clave. “La primera fue la Presentación de la Campada, que introdujo a los participantes al movimiento Marcha. Luego, la actividad Conciencia de grupo permitió a los peregrinos reflexionar sobre sus experiencias y emociones durante el lanzamiento.

La Dinámica del Ciego ayudó a los jóvenes a explorar la necesidad de conocerse a sí mismos para orientar sus vidas. La sesión Motivaciones y Sueños ofreció un espacio para compartir aspiraciones y preocupaciones, organizadas bajo las categorías BUSCO, TEMO, ENTREGO y SUEÑO.

Finalmente, la Ceremonia de la Luz profundizó en la invitación a vivir el ser cristiano a través del símbolo de la luz y la oscuridad”, dijo el profesor.

ALEGRÍA Y UNIDAD

El sábado, las actividades se trasladaron al Instituto San Martín, donde se llevaron a cabo tres actividades principales. En Cuento mi Vida, los peregrinos compartieron sus historias personales, destacando momentos significativos. La actividad Identidad de Cordada permitió a la nueva cordada elegir un nombre y símbolo, plasmándolos en un paleógrafo/cartulina con su significado.

La jornada concluyó con el Lanzamiento de Cordada, una celebración de la alegría por la formación de la nueva cordada y la unidad del movimiento, marcando el evento con las promesas de peregrinos de otras cordadas.

“Este lanzamiento fue una oportunidad para que los miembros de la Cordada Llano se conectaran profundamente con su fe y entre sí, estableciendo las bases para una experiencia enriquecedora en su camino dentro del movimiento Marcha”, concluyó Juan Ignacio.