EXPERIENCIAS COTIDIANAS

Cada curso tiene la oportunidad de reunirse en la capilla del colegio para escuchar la palabra de Dios y compartir el pan y el vino. La espiritualidad a la que se les invita a participar y cultivar sin imposición posee como rasgo ser una “Espiritualidad apostólica y mariana”.

Por lo tanto, se infunde que el encuentro con Dios puede acontecer en toda situación humana. Para los Maristas esas experiencias cotidianas se cultivan gradualmente. Son lugares especiales y muy diversos de encuentro con Dios.

Se la experimenta a diario en los detalles de la creación y en los acontecimientos cotidianos como son en el estudio, el trabajo y relaciones, en el silencio y el ruido. También en las alegrías y penas, en los logros y angustias, en la vida y en la muerte.

INVITADOS CON FE Y CONFIANZA

De igual manera, Dios entra en la vida de la madre de Jesús, María. Él hace a María encontrar su vocación y le propone algo que puede realizar. Con similar fe y confianza, Marcelino ve a Dios en todas las cosas y cree que todas las cosas vienen de Dios.

Niños y jóvenes del Instituto viven ese encuentro en concordancia con sus edades y desarrollo en la Eucaristía. Una invitación a crecer espiritualmente y encontrar a Cristo entre los hombres.