COMPARTIR LA VIDA

Fue una sorpresa para las educadoras que se acogen a la jubilación. Luego de más de treinta años de férreo compromiso de servicio dedicado a la obra Marista del Instituto San Martín dejan sus aulas. La misión de enseñar, de educar ya está cumplida.

Y la muestra de agradecimiento del ciclo de enseñanza básica fue testimoniar su aprecio con un sencillo acto que reunió a los estudiantes desde primero hasta sexto básico. Allí recibieron el aplauso de sus estudiantes y los mensajes que avalaron con creces esos parabienes.

Catherinna Wehinger, directora de enseñanza básica, les agradeció en nombre propio y del profesorado que labora en la sección “por todo aquello que nos enseñaron y entregaron de manera desinteresada en la sección”.

Destacó la directora del ciclo de enseñanza básica la permanente “acogida, disposición, alegría y honestidad” en cada tarea encomendada. Asimismo, continuó Wehinger, “ las risas y penas que compartimos permitieron formar un lindo equipo de trabajo donde compartimos la vida más allá de lo laboral”.

Catherinna Wehinger expresó que “a través de ustedes, muchos niños y niñas sienten que Dios les ama, que son importantes, que sus talentos son más grandes de los que ellos mismos pudieron creer”. Y ese acompañamiento también fue dirigido a centenares de familias a las que contuvieron y supieron sacar adelante “cuando no veían solución a sus problemas”.

La ceremonia tuvo una breve pausa con una delicada nota artística representada a través de la danza que presentó la estudiante Noemí Antonia Cáceres Pizarro de quinto básico. En otro momento,el baile de la cueca tan propio de la zona central se desplegó con la presentación realizada por una pareja de niños de enseñanza básica.

POR SUS FRUTOS LOS CONOCERÉIS

El vicerrector del establecimiento, Jorge Muñoz, entregó también su mensaje. Comenzó recordando una cita bíblica: “La persona buena, dice cosas buenas porque lo bueno está en su corazón”(Lc 6-45), explicando que esa cita es el reconocimiento a lo que Dios nos deja en sus enseñanzas, “Por sus frutos los conoceréis” (Lc. 6.43-44).

Jorge Muñoz subrayó que entre los Maristas “prestamos mucha atención a la forma en que damos a conocer a jesucristo y le hacemos amar entre los niños, niñas y jóvenes que llegan a nuestro Instituto” para recibir una educación cuyo centro radica “en los valores del Evangelio de Jesús” y cuya síntesis de trabajo educativo y pastoral de Paulina y Malú fue plenamente satisfecho.

"EN NUESTROS CORAZONES"

Significativo fue el momento en que el estudiante de quinto básico, Clemente Fernández dió lectura a un mensaje dirigido a la tía Malú a quien agradeció por conquistar sus corazones en los difíciles momentos de pandemia. De igual manera lo hizo, en representación de su pequeña hermana que fue acogida en primero básico por la tía Paulina y donde el amor que irradia a sus estudiantes es ampliamente reconocido. “Les tendremos siempre en nuestros corazones”, concluyó emotivamente Clemente.

Ambas profesoras recibieron recuerdos de manos del rector del Instituto San Martín, Andrés Prado Soto y vicerrector, Jorge Muñoz Peña.

Al finalizar, los niños y niñas se abalanzaron sobre ambas educadoras demostrando en abrazos y palabras el profundo agradecimiento y afecto que han generado entre ellos dando sentido a ambas educadoras que el "Adios no significa siempre el final, a veces significa un nuevo comienzo".