LA TERNURA DEL NIÑO QUE NACE

Encargado de celebrar la misa fue el Padre Pablo Andrés Gajardo Villavicencio, quien transmitió a los presentes el mensaje del nacimiento del niño Jesús en Belén, y el significado que tiene su llegada para el pueblo cristiano.

“Porque un niño nos ha nacido, un hijo nos ha sido dado, y la soberanía reposa sobre sus hombros” (Isaías 9:6-8), fue parte de la lectura compartida por el rector del colegio, Andrés Prado.

Posteriormente, el padre Pablo compartió el Evangelio de según san Lucas (2, 1-14): “Apareció un decreto del emperador Augusto, ordenando que se realizara un censo en todo el mundo. Este primer censo tuvo lugar cuando Quirino gobernaba Siria. Y cada uno iba a inscribirse a su ciudad de origen…”

La reflexión del religioso se centró en la alegría que provoca el nacimiento de un niño, “lo más tierno que tenemos”. A renglón seguido explicó: “Jesús nos trae distintos elementos tanto en el Evangelio como en su propio nacimiento que nos ayudan a dar mayor profundidad a esta fiesta: Dios se inclina precisamente para elevarnos. Él siendo tremendamente grande ha querido inclinarse para elevar lo que somos compartiendo juntos el ser familia de Dios” y que hasta hoy expresamos de alguna forma con los regalos, es decir, es el mismo Dios ha querido regalarse en todo momento, en la alegría y el sufrimiento, argumentó en parte de su reflexión el Padre Pablo.

La ocasión permitió vivir esa instancia comunitaria de los trabajadores del San Martín en un clima de unidad y hermandad entre todos los participantes.