CELEBRACIÓN. El aporte pedagógico tuvo mucho sabor a payas, tonadas y cuecas. Fue apoyada por las educadoras que atienden a los párvulos, asistentes de la educación, mamás, papás y apoderados (as) del nivel.

El excelente aporte cívico-cultural realizado por el nivel preescolar Marista fue el marco apropiado para dar realce al 210 aniversario patrio, diferente esta vez dadas las condiciones de pandemia en ciernes. No obstante, identificó y aproximó a los niños y niñas con nuestras tradiciones, costumbres, folclore y hasta gastronomía de nuestro extenso territorio. La actividad se realizó en la hora de tutoría del kínder A y kínder B.

VALIOSO APOYO FAMILIAR

Cristina Pedevila Valenzuela, Educadora de Párvulos del colegio comentó que los niños estaban muy expectantes con lo planeado: “Todos estaban vestidos con sus trajes típicos”. Añadió, “huasos y chinas esperaban el inicio del encuentro, muy ordenados y muy contentos”.

El apoyo dado en sus hogares por la familia fue muy significativo. “Cada uno preparó payas junto a poesías alusivas a la bandera y al copihue”. A renglón seguido la conocida profesional dijo, “las payas estuvieron muy buenas y muchas estuvieron relacionadas con el Coronavirus”, jocosa instancia que sacó risas y a la vez fue un excelente momento para distender los ánimos y reírse un poco de tan complejo virus.

Para los que no se atrevieron a declamar frente a sus pares de curso tuvieron la oportunidad de hacer una creación artística que presentaron muy felices a quienes siguieron la transmisión en línea del evento dieciochero.

Pedevila valoró el compromiso e involucramiento de las mamás y apoderados en general que se desvelaron para que todo estuviera muy bien con sus hijos e hijas. Al respecto expuso, “por ejemplo, una mamá bailó cueca con su hijo mientras otra cantó una tonada con su hija, otros apoderados aportaron con los juegos típicos”, entre otros explicativos detalles.

AGRADECIMIENTOS

“Fue un lindo encuentro”, condensó la educadora Marista. “Fundamentalmente agradecemos a los padres y madres su participación, el esmero que colocaron en el vestuario de los niños y niñas, en la preparación de las payas y poesías. Todo dispuesto en los hogares de los prescolares”.

Finalmente, Cristina Pedevila manifestó “la gratitud de las educadoras” por todo el apoyo y aporte de cada familia, de cada mamá y papá, subrayando que “el trabajo conjunto ha permitido lograr metas y objetivos en directo beneficio de cada niño y niña” del semillero Marista curicano.