Jueves Santo para la comunidad de hermanos, administrativos,  directivos, auxiliares y profesores que inició su andar la tarde de ese día en la capilla del instituto donde se resaltó el significado de la fecha para la feligresía cristiana y que rememora la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús desde una perspectiva cercana y próxima a la realidad colegial y de todos quienes cohabitan diariamente en ella bajo el llamado de “Vivir la fraternidad del Señor en comunidad”.

Luego, el encuentro en el gimnasio, austera y convenientemente preparado para la ocasión llevó a conformar pequeñas comunidades que incorporaron a miembros de todos los estamentos del colegio que se reunieron en diálogo franco para expandir algunas ideas y profundizar en frases contenidas en el proyecto educativo marista.

Una perspectiva diferente de un retiro para seguir acercando a cada integrante de la comunidad, desde su particular mirada y reflexión, en la construcción de una comunidad colegial más próxima, cercana y fraterna y que se ofreció en un particular día de la Semana Santa; tiempo dedicado a la oración y reflexionar sobre Jesucristo y los momentos del Triduo Pascual, tiempo ideal para que el ser humano medite sobre sus acciones y los cambios que debe realizar en su persona y su diario convivir con los demás.

Ya en las postrimerías de esa tarde se realizó el cierre del encuentro, a media luz y en un ambiente de recogimiento ante la imagen de Cristo crucificado.