La historia señala que una vez concluida la trágica Primera Guerra Mundial distintos organismos internacionales dieron luces sobre el estado de abandono en que quedaron miles de niños, la gran mayoría huérfanos por lo que se crearon organismos para acogerlos y apoyarlos.

Poco después, en septiembre de 1924 en la Declaración de Ginebra sobre los Derechos de los Niños, se decretaron los lineamientos que protegen a los menores. Al año siguiente (1925), en la Conferencia Mundial sobre el Bienestar de los Niños, se declaró el 1 de junio como el Día Internacional del Niño.

Es importante destacar el rol de Rotary Internacional que en el año 1928 adoptó la fecha como parte de la “Semana del Niño”, que ha mantenido en el tiempo hasta el presente.

En 1954 la Organización de Naciones Unidas (ONU) instruyó a los países miembros que se dictara, según preferencia de cada nación.

Coincidentemente, muchos países del orbe optaron por celebrar esta fecha el segundo domingo de agosto; sin embargo, en nuestro país – con un lamentable sentido comercial - la fecha es variable y ha dependido de lo que la Cámara Nacional de Comercio determine en su sitio web, como celebrar esta fecha el 5 de agosto.

En nuestro colegio la fecha no pasó desapercibida destacándola en el Jardín Infantil “Hno. Miguel de Cos” como un momento para reír y disfrutar con canciones y particularmente con los números de magia del “Mago Flash” que cautivaron a niños (y grandes también).