Voluntarios maristas han trabajado arduamente en la primera semana de vacaciones
Mientras muchos de sus compañeros disfrutan de las vacaciones de invierno, un puñado de estudiantes y voluntarios maristas ha estado durante esta semana en Sagrada Familia para trabajar con los niños y niñas de ese lugar.
Sagrada Familia se ubica a 22 kilómetros al sur oeste de la ciudad de Curicó. Ocupa una superficie de 548 kms2 y la población comunal asciende a más de 18 mil habitantes.
Destaca por la nutrida actividad agroindustrial y agrícola que en ella se realiza en los rubros viñedos, frutales, tabaco y ají, perfilándola este último como la principal productora a nivel nacional.
Ese es el contexto donde los voluntarios maristas han desarrollado desde años una permanente compañía a los menores de la localidad ocupando una escuela como centro de operaciones para desplegar ingenio y aportar en beneficio de los derechos de los niños y niñas con quienes trabajan.
Diversos talleres matizan el día a día: los hay artísticos, deportivos, elegidos democráticamente a través del ejercicio del derecho a optar libremente en qué se quiere participar; una manera de trabajar que fruto de la experiencia permite dar forma a un entretenido abanico de oportunidades a entregar a los niños favorecidos.
Loable actividad de la mano de un puñado de jovenes voluntarios maristas que han regalado horas y tiempo de su descanso para acompañar a los niños y contribuir de esa forma con el sueño de Champagnat: "dar a conocer a Jesucristo y hacerle amar" a través de la acción concreta del servicio y del trabajo.