El lunes 4 de junio y a la hora en que el termómetro se aproximaba al punto de congelación, se arrimaron a las personas que llegan al centro de la ciudad de Curicó, específicamente a la concurrida calle Prat.

En ese lugar compartieron un momento de alegría dirigida a numerosas personas a través de un desayuno y juegos de bingo y lotería.

La acción concreta de esta incipiente comunidad conformada por estudiantes de primero medio del instituto entregó de esa manera un generoso servicio como botón de muestra de hacer vida en pequeñas y sencillas acciones el legado de san Marcelino.

Ellos han sido un corazón sin fronteras en una singular semana que tendrá presente en diversas acciones a quien creó la congregación de los hermanos Maristas en Francia (2 de enero 1817) y cuya vida se apagó, más no su obra, un 6 de junio de 1840.

Los miembros de la comunidad “PAM” fueron acompañados por la profesora marista, María Alicia Bravo.