Ustedes, papás, tienen el deber de dar a sus hijos amor, pero no sus pensamientos, porque tienen sus propios pensamientos. Para saber sus propios pensamientos y comprenderlos, para ayudarlos a crecer en todo lo bueno que tienen y no destruirlo o entorpecer su crecimiento, necesitan Dialogar entre los dos y con ellos.

Diálaogo es la capacidad de estar con los otros (esposa, esposo, hijos, familiares…) de modo que se den cuenta de nuestro interés por ellos.
Diálogo es hacer sentir al otro que es aceptado, querido, valorado por mi, aunque no esté de acuerdo con su opinión.
Diálogo es acercarse al otro cuando está triste, preocupado, enfadado… y tener gestos que expresen que estoy con él: una palmadita, una mirada acogedora, un beso…
Diálogo es expresar al otro con palabras o con gestos lo bueno que ha hecho, animándole y cuando hace algo mal, hablar con él con mucho respeto y amor, sin reprocharle, mostrando siempre Confianza en él, pero invitándole a la reflexión.
Diálogo es ponerme siempre en lugar del otro, haciéndole sentir que todo lo de él me interesa, sin dejarme llevar de mi buen o mal humor.
Diálogo es expresar mis sentimientos y pensamientos y dejar que el otro los exprese e invitarle a que lo haga, con respeto a su intimidad.
Diálogo es Mirar, escuchar, dejar que el otro se exprese, sin interrumpirle cuando está hablando.
Diálogo es reconocer que me he equivocado y pedir disculpas, siendo paciente ante las dificultades de la vida diaria.

Dialoga quien dedica:

Tiempo para estar junto a su esposa(o) e hijos.
Tiempo para preguntarles e invitarles a contar sus preocupaciones , alegrías, con mucho amor e interés.
Tiempo para jugar con ellos, hijos(as), esposo(a), familia…
Tiempo para Mirarles y contar las propias preocupaciones, alegrías, inquietudes…
Tiempo para Escuchar…

Estimados lectores:
el diálogo es una tarea que debemos realizar cada día, con paciencia, para así ir creando un ambiente donde la vida de cada uno crece, donde todos se sienten bien.