Para los maristas del Instituto San Martín y de cada uno de los estamentos de la orden, la “Buena Madre” es piedra fundacional de la congregación religiosa de los “hermanitos de María”, fundada bajo la advocación de María, quien define la espiritualidad de los seguidores de Marcelino Champagnat definida como Espiritualidad apostólica y mariana.

Al señalar apostólica, se está expresando, entre otras cosas que la experiencia de Dios y encuentro con Dios se da en toda situación humana. Por lo tanto, el llamado es a estar atento  a todo lo que acontece en la vida. Pero esto no es resultado de un querer simplemente vivir atentos, sino que pide mucho ejercicio, mucha profundidad de vida.

Las experiencias cotidianas son lugares especiales de encuentro con Dios. Ellos se han puesto en su presencia y de la comunidad en sentidos mensajes y ofrendas que educadores, estudiantes, administrativos, auxiliares  y estamentos, en general, han orado o depositado a los pies de la imagen de María, presente en cada momento de oración. De esa manera se internaliza que la presencia de Dios se manifiesta en la creación y en los acontecimientos de cada momento: por ejemplo, en el trabajo y las relaciones que entablamos con las personas, en el silencio y en el ruido, en las alegrías y las penas, en los logros y las angustias, en la vida o en la muerte.

Diversos momentos de oración comunitaria han sido recogidos en la amplia galería fotográfica que acompaña esta nota destacando, entre otros,  la presencia del rector del colegio, Sr. Jaime Inostroza, los hermanos José Luis, Ángel y Rafael, profesores, administrativos, auxiliares y estudiantes.