Temprano en la madrugada la delegación del Instituto San Martín abordó el bus que los transportó para unirse a los más de 400 mil católicos que se reunieron junto al Papa Francisco en una visita a nuestro país que se extendió desde la tarde del lunes 15 y hasta el jueves 18 de enero.

Santa Misa en el Parque O´Higgins

Larga espera que fue eficientemente preparada por los agentes pastorales del instituto marista curicano para que los feligreses de su delegación sortearan con éxito el frío matinal capitalino y soportar largas horas de espera en un ambiente de alegría en el sector previamente designado para la delegación del instituto y que llegó a su apogeo cuando el Santo Padre ingresó al recinto de la elipse del Parque O´Higgins y participar en la misa “Por la Paz y la Justicia” que dejó muchas frases en la retina de la feligresía:

"¡Cuánto conoce el corazón chileno de reconstrucciones y de volver a empezar, cuánto conocen ustedes de levantarse después de tantos derrumbes! ¡A ese corazón apela Jesús, para que ese corazón reciba las bienaventuranzas!"

“Las bienaventuranzas no nacen de actitudes criticonas ni de la palabrería barata de aquellos que creen saberlo todo, pero no se quieren comprometer con nada ni nadie”.

El Papa Francisco criticó con fuerza el “consumismo tranquilizante que nos lleva a aislarnos” haciendo un ferviente llamado para enfrentar las actitudes “criticonas”: “Las bienaventuranzas no salen de actitudes criticonas ni de la palabra barata de aquellos que creen saberlo todo, pero no se quieren comprometer con nada ni nadie”.

“Si quieres paz, trabaja por la paz. Trabaja por la justicia, aquella que exige que cada hombre sea tratado como hombre.”

También Francisco dijo: “Sembrar la paz a golpe de proximidad, a golpe de vecindad, a golpe a salir de casa y mirar rostros, de ir al encuentro de aquel que lo está pasando mal”.

Una visita, la segunda de un Pontífice en el país, que ha dejado huella en una feligresía clamorosa por escuchar al máximo líder católico y sus signos de reencuentro con la palabra, la verdad y el ejemplo primigenio de Jesús expresado en múltiples facetas humanas y espirituales como cuando pidió perdón durante la mañana en el Palacio de La Moneda, manifestando el “dolor y la vergüenza”, agregando: “ante el daño irreparable causado a niños por parte de ministros de la Iglesia”; palabras y signos que en distintos momentos del martes 16 de enero, devotos presentes en distintas reuniones han acogido con profunda reflexión y de la cual un grupo de maristas de Curicó fue testigo de primera línea.