Las primeras palabras de bienvenida fueron entregadas por la Coordinadora de Pastoral, Rossana Avendaño Araya, y estuvieron dedicadas a resaltar la importancia de reunirse en comunidad con sus amistades, compañeros de curso para agradecer todo lo bueno que se tiene y acontece y rogar por aquellos que sufren la aflicción de cualquier signo. Hubo sentidas palabras para pedir por la quebrantada salud del Hermano Santiago Rosa Urquiza, Superior de la pequeña congregación de Hermanos maristas con que cuenta el Instituto San Martín de Curicó.

El Hno. Ángel Gutiérrez, Srta. Irene Cerda, directora de Enseñanza Media Inicial y profesores acompañaron a los jóvenes. Presidió el Padre Carlos Campos quien en la reflexión matinal resaltó la importancia de “Ser feliz en la vida” y actuar en consecuencia donde el ser debe prevalezca sobre el tener desmedido por las cosas materiales con las que se atosiga el hombre de hoy.

El presbítero señaló que “Jesús nos indica un camino claro a seguir para ser felices” en una invitación para creer en su propuesta y no otras que desviarán la mirada sobre las cosas, o son momentáneas o simplemente pasan ante nosotros sin que perduren. “Ese camino puede ser conocido y comprendido a través de las Bienaventuranzas”, indicó el padre Campos.

Melodías de un afiatado dueto acompañaron los distintos pasajes de la oración matinal que permitió acercar a los jóvenes en el silencio, la meditación y el encuentro con Jesús.