Limache: punto neurálgico del encuentro

Limache pertenece a la provincia de Marga Marga en la región de Valparaíso. En Limache se encuentra el Instituto Santa María, establecimiento que fue anfitrión de esta jornada de encuentro en la que participaron cuatro representantes maristas del ISM:  Sra. Mónica Serrano, Sra. Yolanda Torres, don Gustavo González y don Jaime Leiva.

Un viaje que se inició el viernes 17 de Junio por la tarde y que luego de varias horas de recorrido cubrió los 310 kilómetros que separan a Curicó de la capital de la comuna de Limache cuyo topónimo sugiere que proviene de lli, que significa peñasco y de machi, que significa del brujo, en alusión al conocido cerro “La Campana” y que la tradición indígena reconocía como un punto donde era posible encontrar oro alejando a los conquistadores españoles que ya antaño comenzaban a copar el territorio.

Al día siguiente, luego de haber pernoctado en el internado del Instituto Santa María, iniciaron la jornada  alrededor de las 9 a.m. con la cálida recepción de bienvenida que entregó la rectora del colegio, María Alejandra Silva, que fue seguido de un reponedor desayuno. Esa fue la instancia que permitió a los viajeros del ISM reencontrarse con amistades y conocidos que se han forjado durante ya 14 años de ininterrumpidas reuniones masivas que promueven el acercamiento fraterno, el espíritu de familia de la congregación marista de nuestro país. Encuentro de camaradería que tuvo momentos para orar en la eucaristía, conversar, relajarse y pasear por lugares pintorescos de la ciudad y sus alrededores: visitaron las plantaciones de tomates del fundo El Bosque y en otro punto conocieron cómo se elabora la chicha de manera artesanal.

Una jornada que se hizo muy breve

Al respecto, la Sra. Yolanda Torres nos contó que en esta oportunidad hubo gratos y novedosos cambios en las actividades: “nos tenían regalos en actividades que consideraron yoga, manicure, relajantes masajes faciales a gusto de las visitas.” Luego la Sra. Yolanda agregó: “Yo aproveché todos los masajes, arreglo y pintada de uñas, etc. Fue una grata sorpresa el que la rectora – María Alejandra Silva –se preocupase mucho por nosotros que pasamos prácticamente todo el día sentadas, así que volvimos muy bien.”

“Se hizo corto el día y puedo decir que los Hermanos hacen que uno quede con una muy grata sensación donde todos compartimos y conversamos con los viejos conocidos; es muy bueno porque se convive con personas que viven y tiene un estilo marista que se nota y sale hasta por los poros”, nos contó entusiasmada.

Por su parte, don Jaime Antonio Leiva indicó “que el encuentro limachino fue muy bueno. Grata percepción tuvimos también de su rectora quien muy atenta nos acogió.” Y refrendando lo señalado por nuestros entrevistados, don Jaime Leiva recordó que se les recibió y anunció que “este encuentro sería diferente”, que tendrían algunas variaciones que consideraron un “cambio de chip con masajes corporales, peluquería para hombres y mujeres, entre otros detalles”. A reglón seguido acotó: “fue algo que no habíamos visto en otras  pasadas jornadas y fue maravilloso”, y eso lo dice con conocimiento de causa porque, explica muy contento, “no me he perdido ningún encuentro.”

Jaime Leiva, señaló también que “a pesar que nos vemos sólo una vez en el año, al reencontrarnos es como si compartiéramos todos los día juntos: los lazos de amistad son muy bonitos.”

Por otra parte, entre llamados telefónicos y atendiendo un sinnúmero de solicitudes le preguntamos su opinión a la Sra. Mónica Serrano quien expresó “haber tenido un día muy hermoso, relajado y de gratos momentos donde compartimos y hasta bailamos”, nos señaló con nitidez. Recordó nombres de personas que trabajan en otros colegios maristas y con quienes se reencuentran durante este tipo de jornadas en extensas conversaciones "compartiendo sobre sus trabajos, experiencias personales y familiares.”

La Sra. Mónica destaca también que “el trabajo de los Hermanos y el esfuerzo que ponen con los equipos que apoyan la actividad es, sinceramente, maravilloso para atender bien a todas las personas que acuden.” De hecho, continúa agregando, se “organizan y dividen en grupos de apoderados, profesores y hasta los alumnos –como fue en otras versiones- han estado presentes.” Realmente “se pasa muy bien y vale la pena el sacrificio del viaje porque los momentos y  amenos recuerdos son los que perduran”, subrayó.

Para don Gustavo González, la posibilidad de compartir con integrantes administrativos de otras latitudes del país es “siempre una muy bonita oportunidad” y una manera real de hacer realidad el sueño de Marcelino Champagnat. Mencionó que guarda “el bonito gesto de un recuerdo que tengo sobre mi escritorio: se trata de un reloj enmarcado en madera y que recibimos con motivo de nuestra visita.”

Don Gustavo manifestó además estar “muy agradecido por la atención entregada por todos hacia nosotros y, particularmente, por la rectora del colegio” anfitrión que abrió sus puertas a las delegaciones. Coincidió con lo señalado por la Sra. Yolanda, Sra. Mónica y don Jaime con respecto a las nuevas actividades que se gestaron creando ambientes de mucha confianza y sana convivencia: bingos con singulares y sanos premios, momentos dedicados para los varones o damas que se encontraban participando. “Sobresalimos en el baile de la hora del almuerzo con la Sra. Yolanda y don Jaime; fueron muy buenos representantes para dejar en buen lugar también a nuestro colegio”, señaló con notorio agrado.

Todos nuestros entrevistados destacaron, entre varios aspectos positivos, la gran enseñanza de hacer posible unirse y confraternizar con un mismo espíritu e ideal: el de la gran Familia Marista. Encuentro,  coinciden, al que ojalá se sigan sumando más personas y que no se acabe porque humaniza el trato siempre preferente que se busca constantemente cultivar al interior de los trabajos, sea cual fuese, en cada colegio de la obra.

La presencia del Representante del Provincial para La Misión, Ernesto Reyes Plaza, algunos Hermanos de la congregación y más de algún rector dio realce a lo vivido generando momentos de proximidad a quienes dan lo mejor de sí desde sus trabajos administrativos en el instituto marista de Curicó y en todos los centros educacionales del sector Chile de la Provincia Santa María de los Andes.

Texto: Profesor Francisco Contreras Robles
Fotografías: gentileza don Gustavo González y F.Contreras.