Los tres días, viernes, sábado y domingo (el Triduo Pascual) son considerados como un período de tiempo central para la experiencia espiritual cristiana porque presagia un fuerte contenido: la entrega de Cristo hasta su muerte y resurrección.

La disposición de la mesa junto con la fracción del pan y el simbólico lavado de manos entre sus pares fueron escenas recurrentes para los centenares de estudiantes que las presenciaron y vivieron de manera cercana durante la jornada de la mañana del Jueves Santo 2016.

La permanente guía de sus tutores y la compañía de sus profesores acercó aún más el mensaje de Jesús que quedó plasmado en sus actos hasta el día de hoy, como el lavado de pies o la última cena: invitación  para demostrar con gestos y actitudes nuevas el conocimiento de las cosas de Dios que hay en el corazón, un camino más a la felicidad, al sentido pleno de la existencia para vivir para los demás como servidores.

La recreación del Via Crucis presentada por un masivo elenco de niños y niñas de enseñanza básica, videos, plenarios, elaboración de papelógrafos, entre otros, junto con la proyección del mensaje del SS el Papa Francisco a los jóvenes resaltó el mensaje y sacrificio del hijo de Dios que fue seguida con atención por los alumnos maristas del ISM en sus respectivos ciclos.


Texto y fotos:
Profesor Francisco Contreras Robles