"Jesús muere en la más espantosa de las soledades..."
En la tradición de la Congregación Marista, los tres grandes misterios de la vida de Cristo han estado muy presentes en nuestra espiritualidad.
Los Hermanos hemos anhelado siempre, como deseaba San Marcelino Champagnat , un puesto junto a Jesús y María en Belén,
en la Cruz y en el Altar.
La Semana Santa que hoy iniciamos, y de modo especial el Triduo Santo, es un momento privilegiado para comulgar con el misterio de la muerte y resurrección del Señor.
Cada Viernes Santo, cuando miro y estudio la Cruz, lo que más me aterra y avergüenza no es el dolor de los clavos ni el calambre de las espinas. Es lo solo y abandonado que muere Jesús.
Después de tres años de dedicación a los más desheredados de la sociedad, después de haber curado enfermos, después de haber perdonado pecados y de haber dado de comer a multitudes que tenían hambre, después de haber mimado hasta el colmo a doce íntimos suyos, Jesús muere en la más espantosa de las soledades. Y Jesús muere solo… hasta el mismo Dios parece haberse contagiado de la enfermedad de esconderse.
En este momento de mi reflexión, de rodillas ante la cruz y profundamente emocionado, escucho la voz de Jesús doliente que dice: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? Seguramente que ustedes y yo, en momentos difíciles y de soledad, habremos repetido las mismas palabras del Salmo 22 que Jesús pronunció en la cruz.
Hoy sigue siendo Viernes Santo en muchos rincones de la tierra, especialmente en Siria… El dolor y las cruces pueblan nuestro mundo escandalosamente. Y Jesús muere solo… sigue muriendo solo, porque nos hemos empeñado en que la miseria, la injusticia y la explotación continúen subsistiendo en nuestro planeta… La guerra, el hambre, las condiciones infrahumanas de vida, las cárceles, los ancianos arrojados a la papelera del desprecio, las mujeres vejadas, los niños maltratados, las víctimas del terrorismo, el desamparo flagrante en que se encuentran quienes no poseen nada, … son cruces de hoy, que deberían interpelarnos y sonrojarnos porque en ellas sigue muriendo Jesús. Y además solo.
Para acompañar a Jesús en su soledad invito a los padres y apoderados, ex apoderados, ex alumnos del Instituto San Martín, agentes pastorales de las parroquias que deseen participar en el Retiro de Viernes Santo, 25 de marzo, que tendrá lugar en el Colegio marista. El tema del Retiro será el siguiente: Contemplamos el Misterio de la Cruz. Comenzará a las 9,00 horas, en la capilla del colegio y finalizará a las 12,30 horas.
La entrada será por calle Carmen. Por favor, traigan mucho entusiasmo, la Biblia o Nuevo Testamento y un lápiz.
Les encarezco la puntualidad.
Viernes Santo… tres horas acompañando a Jesús en su soledad y contemplando el misterio de la cruz. FELIZ SEMANA SANTA LES DESEO DE CORAZÓN.
En: Contacto marista de diario La Prensa de Curicó (20/3/2016)