El rector Jaime Inostroza Marín fue el encargado de entregar un estimulante mensaje a cada alumno y alumna que logró merecidamente destacar con sus buenos resultados académicos y aquellos que construyen el desarrollo de cada persona. Recalcó que cada estudiante, a través del tiempo se ha desarrollado y crecido armónicamente, lo que es observable; sin embargo, hay otro crecimiento – señaló- que no necesariamente es constatable por las personas: ese es el trabajo escolar que refiere a los valores, al trabajo bien hecho, al desarrollo intelectual y a la perseverancia, entre muchas otras características.

Invitó a los presidentes de curso para pasar a entregar sus propios testimonios como líderes entre sus pares compartiéndose interesantes opiniones e ideas ante la audiencia reunida en el salón Champagnat; uno de los ejes que se resaltó es la unidad que debe estar presente en cada curso y que para lograr éxitos hay que concentrarse en la tarea encomendada, esforzándose y trabajando sin tregua para alcanzarla.

“Todos somos diferentes, cada uno tiene su personalidad pero con ello construimos el trabajo de los cursos”, señaló Joaquín Fuenzalida, alumno de octavo básico. “Cada curso puede ser muy diferente, pero al mismo tiempo tienen la capacidad de poder unirse en busca de una sana meta”, refrendó la educadora Karem Talep, presente en la ceremonia.

Es necesario el apoyo y compañía entre los pares, es también necesario el sostén permanente de cada familia detrás de sus hijos e hijas para lograr un equilibrado desarrollo de cada personalidad, “saber responder a las metas, a los trabajos que día a día se les plantean”, subrayó el rector Inostroza.
“Ponerse metas, alcanzarlas y reconocer ese esfuerzo siendo todos capaces de lograrlo es lo importante; hay muchas expectativas puestas en cada estudiante del colegio frente a cualquier tipo de evaluación que se presente”, expresó el profesor Eduardo González.

La directora de ciclo de enseñanza media inicial, Irene Cerda, recordó a los estudiantes “no olvidar todo lo que se les ha entregado durante el recorrido de su vida como estudiantes. A veces – señaló – se les olvida saludar a quienes fueron sus educadores tiempo atrás y ellos sembraron en gran medida lo que van cosechando hoy día y que recogerán en el futuro: ser amables, saludar, contestar bien, pedir por favor, dar las gracias, no perdiendo valores como la honestidad, la verdad o la solidaridad y poner mucho trabajo en clases proponiendose metas en la vida y preguntándose cómo estoy trabajando para lograrlo. Ello parte en el hogar y en el colegio hacemos ejercicio de esto.”

Merecido reconocimiento que, a no dudarlo, excede lo exclusivamente académico y que el colegio aprecia en todas las facetas y dimensiones del desarrollo integral de la persona-estudiante que atiende cada día a través de las actividades maristas como GESTA, MARCHA, el deporte en sus diferentes ramas, El teatro, la música, el arte, las experiencias de solidaridad, entre un amplio abanico de alternativas, “todas dispuestas para que ustedes se desarrollen lo más ampliamente posible”, refrendó el rector Jaime Inostroza.