Esta nueva mitad del año 2015 trae consigo un sinnúmero de actividades académicas, deportivas, encuentros artísticos, desarrollo de proyectos solidarios y pastorales los que fueron puestos en las manos del señor y la Buena Madre.

Eje central de la actividad espiritual fue destacar la proximidad del bicentenario de la fundación de la congregación marista en el mundo y, por lo tanto, el inicio de un tiempo de un año de reflexión que se ha dado a conocer como el año FOURVIÉRE.

Tal como se compartió en la lectura del evangelio, “en aquel tiempo, Jesús propuso esta otra parábola a la gente: El reino de los cielos se parece a un grano de mostaza que uno siembra en su huerta; aunque es la más pequeña de las semillas, cuando crece es la más alta que las hortalizas; se hace un arbusto más alto que las hortalizas, y vienen los pájaros a anidar en sus ramas.” Les dijo otra parábola: “El reino de los cielos se parece a la levadura; una mujer la amasa con tres medidas de harina, y basta para que todo fermente.” (Mt 13, 31-35).

Tales parábolas nos indican que la presencia de Dios está entre nosotros a través de las expresiones del amor, la paz, el perdón la justicia y la solidaridad construyéndose en los pequeños gestos de cada día: el saludo, la aceptación del diferente, en el respeto hacia uno mismo y a los demás, en el trabajo bien hecho.

Se destacó que un ejemplo de lo señalado fue el trabajo durante el reciente tiempo de descanso de numerosos estudiantes del colegio que participaron como voluntarios maristas para hacer realidad esos valores entre los niños y niñas de diferentes sectores del país compartiendo sus experiencias a través de testimonios dados a conocer a sus compañeros durante la actividad reflexiva, hecho  que fue resaltado también por el rector del Instituto San Martín, Jaime Inostroza.

Ya en el cierre, un signo rememoró  un 23 de julio de 1816, fecha en la que  doce jóvenes sacerdotes hicieron una promesa: llenos de ilusión, se encaminaron hacia el Santuario de Fourvière, en Lyon y a los pies de Nuestra Señora, en una pequeña capilla hicieron su promesa de constituir la Sociedad de María. Este año celebramos los 200 años de ese momento.

Sentimientos, anhelos, actividades y trabajo en general puestos a los pies de la buena madre para disponerse y enfrentar, con muy buen ánimo,  un segundo semestre escolar.