La ceremonia realizado el viernes 5 de junio en el gimnasio escolar contó con la presencia de la máxima autoridad colegial, rector Jaime Inostroza, vicerrectora Marcela Hormazábal, Hermano José Luis Arranz, miembros del Consejo Directivo, profesores y profesoras que junto a invitados especiales y los estudiantes dieron un cálido marco a la actividad conmemorativa de la Pascua de San Marcelino.

En parte de su mensaje, el rector Jaime Inostroza recordó a los presentes los pasos iniciales del fundador de los Hermanos Maristas: “Su vida sigue siendo un modelo de inspiración para la gran tarea de educar y evangelizar que impulsan hoy hermanos y laicos en 81 países” en una diversidad de realidades en el mundo. Destacó la presencia de los maristas en nuestro país con 12 colegios, una fundación por la solidaridad y un centro de investigación educacional desplegándose desde Curicó, por el sur, hasta Alto Hospicio, en la región de Tarapacá.

El rector Inostroza invitó a los niños y jóvenes presentes para continuar cultivando los grandes valores maristas destacando en primer lugar la confianza depositada en Dios y la Buena Madre; también conocer y amar a Jesús manteniendo vivo el espíritu de familia marista y entre todos, formarse en una conciencia social y de compromiso con la justicia; también cultivar las tres violetas que han de caracterizar a los maristas: sencillez, modestia y humildad. Recordó también el compromiso que los educadores tienen de entregar una educación integral para cada estudiante del instituto.

Destacó la actitud de servicio de numerosos educadores y estudiantes para evangelizar y ayudar en el medio que viven logrando ganar recursos para impulsar o haber desarrollado diversos proyectos de servicio y solidaridad que recibieron el espontáneo aplauso de la comunidad presente.
El rector Inostroza entregó regalos para los hermanos de la comunidad marista de Curicó que fueron recibidos por el Hno. José Luis Arranz a nombre de los Hnos. Santiago y Ángel.

La delicadeza de la ceremonia vino de la mano de la música que ejecutó Álvaro Casale, estudiante de tercero medio quien interpretó dos hermosas composiciones en piano.

El mensaje y testimonio de un exalumno, Rodrigo Alarcón Araya, quien lideró el Centro de Alumnos y el de Exalumnos del Instituto matizaron con la fuerza del relato de la experiencia cercana y reciente de su paso por el colegio y los valores y aprendizajes aquilatados en el claustro marista curicano.

Un pequeño fragmento del musical “Un Corazón Sin Fronteras” del grupo argentino “Catarsis” trajo el mensaje del llamado a la paz y a continuar el ejemplo de amor y solidaridad, tal como lo hicieron los Hnos. Fernando, Servando, Julio y Miguel Ángel inmolados junto a los pobres, perseguidos y desprotegidos habitantes del África negra.

Ya en el cierre, la entrega de exquisitos caramelos a los tutores y un representante de cada curso para repartir en cada sala preparó el siguiente escenario que en los cursos se desarrolló cuidadosamente: una reflexión –acorde al ciclo y curso- , un desayuno compartido y actividades recreativas.

Por su parte, los educadores y estamentos maristas se reunieron en una cena de camaradería para conmemorar y celebrar el 6 de junio de 1840 cuando el padre Champagnat acudió a la casa de Dios hace 175 años.


Texto: Profesor Francisco Contreras
Fotografía de Fernando González.