Marcelino, muy enfermo, dejaba este mundo a los 51 años, exactamente a las 04:15 hrs mientras los Hermanos que le rodeaban entonaban “La Salve”. La partida del santo fundador que se encaminó al encuentro con el Dios Padre es el hecho que celebran, año tras año, durante los primeros días de junio todos los maristas.

La Eucaristía, presidida por el padre Cristian Avendaño Becerra, Vicario Episcopal de Curicó contó con la presencia del rector del Instituto San Martín, Jaime Inostroza Marín, vicerrectora y Secretaria Ejecutiva de Misión, Marcela Hormazábal Cruz, Hermanos maristas Santiago Rosa y José Luis Arranz, educadores, familias y estudiantes.

Se resaltó en la prédica el vivir el sueño de Marcelino Champagnat desde nuestra propia realidad, como educadores, estudiantes, como padres, apoderados y colaboradores porque ello constituye el desafío vital de quienes son acogidos bajo el alero marista para continuar el legado de Champagnat. Se destacaron también los valores que sostenían el santo fundador: creencia en la presencia de Dios, abandono a María y su protección, y la virtud de la sencillez.

“Les aseguro que si no se hacen como niños, no entrarán en el Reino de los cielos” (Mt.18 1-7.10) fue parte de la lectura del Evangelio leída por el Vicario Episcopal. Dedicación exclusiva a los niños y jóvenes. “Ella da cuenta lo que motiva esta celebración; hablamos de entrega a Dios, de abandono a María y de sencillez como valores fundamentales de Marcelino”. Él supo hacer eco en su corazón estos valores. Para cada uno de los maristas debe estar presente que “ Dios siempre nos habla día a día, tiene algo que entregarnos, lo que permite construir un camino de fe a través de la experiencia personal que cada uno tiene con el Señor (…) y que necesariamente uno debe tratar de transmitirla a los demás”, refrendaba el padre Avendaño.

 A continuación, señaló que Marcelino tuvo una experiencia divina que no guardó para sí; por el contrario, “la compartió con los demás” y ello permanece hasta el día de hoy. “Por eso la invitación – dijó el Padre Avendaño- es a confiar en los caminos de Dios; él está consciente en la vida de cada uno de nosotros.”

El canto  final “Tú serás Champagnat” fue el corolario de este encuentro fraterno que reunió como comunidad a los miembros del instituto en tierra de Agua Negra – Curicó- para recordar la Pascua de nuestro fundador y desafiarnos a ser activos y fieles agentes del sueño de San Marcelino en este tiempo.

Texto y fotos:
Profesor Francisco Contreras Robles