Para hacer de la música un arte, es necesario que ella se aproxime a las personas desde su niñez. Aquí es donde se encuentra la contribución de Zoltan Kodály (1882-1967), connotado pedagogo, musicólogo y folklorista húngaro que ideó un método para entender la música no como el tradicional solfeo abstracto tradicional sino que vinculada a los elementos –como la voz y el instrumento – que la producen.

UN MÉTODO SINGULAR.

El enfoque pedagógico de Kodály se basa en enseñar, aprender y, muy importante, entender la música por medio del canto ofreciendo, de esta manera, acceso al mundo de la música evitando los problemas técnicos que involucraría el uso de un instrumento musical.

Centrado en las necesidades particulares del estudiante se enseña de manera lógica y secuencial: no hay un “método” sino, más bien, una serie de lineamientos o herramientas como el solfeo relativo, sílabas rítmicas y las señas musicales o quironimia (utilización de movimientos manuales por parte del director, para significar los elementos rítmicos de la obra musical y sus distintos matices, con el fin de lograr la más perfecta interpretación).

Se ha demostrado que éste método es muy efectivo en la enseñanza de niños pequeños ya que éstos asimilan el conocimiento de manera inconsciente a través de juegos musicales y a través del canto de su propia lengua materna musical. Así como sucede con el aprendizaje del lenguaje, los padres le cantan al niño como parte de la vida diaria y este canto es continuado en la enseñanza escolar incrementándose con el paso del tiempo para hacerse más consciente donde nuevos elementos seguirán siendo agregados sutilmente -o inconscientemente- por el educador a cargo, reiniciando este ciclo de aprendizaje.

ENRIQUECEDORA EXPERIENCIA MUSICAL EN EL ISM.

Con gran convocatoria el programa del método Kodály se realizó durante el año 2015 bajo la dirección de su mentor, Rodrigo Moraga Bravo. Un programa bajo la modalidad de Taller que gradualmente se encargó de entregar las herramientas para que, particularmente, los niños desarrollen la habilidad de imaginar o escuchar el sonido en su mente.

Sobre el cierre del Taller -al que asistieron especialmente invitados el rector del Instituto San Martín, Jaime Inostroza Marín, Marcela Hormazábal Cruz, vicerectora y Secretaria de Misión, educadores, apoderados, invitados y estudiantes del taller- Rodrigo Moraga manifestó que fue un “hermoso trabajo, en equipo. Una exposición inolvidable en torno al canto.”

Ese trabajo del canto y su consecuente desarrollo de la audición interior es lo que ha llevado a Rodrigo Moraga expresar lo siguiente:

“finaliza un segundo año de viaje musical, hemos navegado por el mundo de la música y la amistad, unidos, aprendiendo canciones, jugando y divirtiéndonos cada mañana de sábado en torno al maravilloso arte del canto. Hemos aprendido no sólo a escuchar o moverse a un pulso, hemos ido mucho más allá, hemos ENTENDIDO la música: la escribimos, la analizamos, la cuantificamos, conocimos su proporción, su espacio, su geometría, su divina perfección. Y lo divino viene de Dios, así como el mandala, representación de lo espiritual, que encierra el “espacio figurativo” en un pequeño cosmos de formas y colores.  El mandala NOS HABLA DE ESCRIBIR LO ESPIRITUAL así como en nuestro taller aprendimos a ESCRIBIR LO MUSICAL.”

El Taller de Iniciación Musical Kodály 2015, una modalidad distinta para abrir la mente hacia nuevas posibilidades musicales y, de paso, sensibilizar el espíritu y apreciar el multifacético multiverso de sensaciones y experiencias humanas que están a nuestro alrededor.

Texto: Profesor Francisco Contreras Robles
Fotos: Gentileza Taller Kodály ISM.