Sé que se prepararon muy bien para tan significativa celebración religiosa y les felicito.

 Ánimo y siempre adelante. Proclamen, con palabras y gestos evangélicos que sólo Jesús da sentido, libertad y fidelidad a la vida. Anuncien que este mundo es la gran “Familia de Dios”. Con entusiasmo juvenil sean “agentes de la Nueva Evangelización”. Serán jóvenes mientras sean capaces de asimilar lo belllo, lo bueno, lo grande. Y capaces de captar los mensajes de la naturaleza, del hombre, de lo infinito.

 Procuren hacer vida suya las BIENAVENTURANZAS PARA JÓVENES que con cariño les dedico:

1ª. Felices, ustedes, si han descubierto que la amistad está ligada a su felicidad.
2ª. Felices, ustedes, si tienen un entorno familiar edificado sobre estos cuatro pilares: ilusión, coraje, reflexión, abstinencia de productos de la sociedad de consumo.
3ª. Felices, ustedes, si apuestan por un Dios alegre y joven y por un Jesús como el mejor amigo.
4ª. Felices, ustedes, si ven con toda claridad que sin ideales nobles y grandes no pueden vivir ni llegar a ser hombres y mujeres libres y felices.
5ª. Felices, ustedes, si se instalan en plena naturaleza para sentir, sin roles sociales, la alegría de ser libres, en clave de convivencia.
6ª. Felices, ustedes, si eligen los valores que más les pueden personalizar, aunque no estén de moda en la sociedad actual.
7ª. Felices, ustedes, si siembran alegría donde hay aburrimiento, ilusión donde hay pasatiempo y fiesta donde hay desencanto.
8ª. Felices, ustedes, si por el estudio y la reflexión se libran de las esclavitudes de la ignorancia y de la incultura, desarrollando su creatividad y capacidad intelectual.

Queridos alumnos y alumnas del Instituto San Martín: No olviden nunca que “ser marista es un estilo de vida”. Es vivir el Evangelio como María y Marcelino Champagnat.

Cuando un hombre, o una mujer, se da a los demás generosamente, va encontrando su equilibrio psicológico. Por eso la felicidad reside mucho más en dar que en recibir.