En este mes de noviembre te miraremos mucho para devolver tus miradas de amor.
Con mucha alegría hemos iniciado el mes de MARÍA. Con mucho cariño, y juntos, digamos: Queremos ir, Madre, en tu compañía amable y ejemplar.
¡Esperamos mucho de este caminar contigo! Deseamos que noviembre sea un mes espiritualista. Una renovación en la autenticidad de nuestro cristianismo.
Queremos aprender de Ti tantas virtudes como necesitamos para nuestra vida.
Queremos marcar a fuego en nuestros corazones unos criterios de eternidad.
Y entre virtudes y criterios unas palabras de cariño para tu hermosura y tu grandeza.
Jesucristo es nuestra meta y nuestro supremo amor, pero eres Tú, Madre, el modelo más perfecto y por eso vamos contigo. ¡Llévanos a Jesús!
En este mes de noviembre te miraremos mucho para devolver tus miradas de amor. Te amaremos más, para corresponder a tu amor. Y al mirarte, con nuestros ojos sedientos de belleza… y al amarte con nuestros corazones jadeantes de intimidad… latirán en nuestras almas fuerzas nuevas para escalar tu Estrella, para realizar en nuestra vida la plenitud: ser hombres y mujeres de Dios.
Tú eres, María, la criatura más transparente de la belleza de Dios. Tú, la alegría segura de las almas que poseen a Dios. Por eso buscamos tu intimidad y tu amor. Madre, Tú serás el cariño más limpio y más fuerte de nuestra vida.
Caminar contigo, Virgen del buen camino, es un regalo de Dios. Tú estarás, Madre, en las encrucijadas de nuestra vida. Contigo iremos seguros hasta el corazón del Padre.
Como buenos hijos tuyos, Madre, te honraremos todos los días celebrando con mucho amor y fervor, en familia, tu Mes bendito.
“Virgen Peregrina, camina con nosotros, apoya nuestra vida y danos esperanza”.
Con entusiasmo y amor cantemos juntos:
Mientras recorres la vida,
Tú nunca solo estás:
Contigo por el camino,
Santa María va.
Ven con nosotros a caminar,
Santa María, ven.
En Contacto Marista de diario La Prensa de Curicó (16/11/14)