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CONFIAD, RECURRID...
Estas líneas han sido escritas cuando en pocas horas más nuestros, ahora, exalumnos generación 2014 del Instituto San Martín rindan su Prueba de Selección Universitaria (PSU).
A través de estas palabras - y cuando estamos ciertos que aún se atiborran en sus inquietos corazones las imágenes de una sucesión de momentos vividos en la despedida de su colegio (el último día de clases, el ingreso al centro de exalumnos, la liturgia dedicada a los cuartos, la ceremonia de licenciatura) - queremos expresarles nuestro afecto y buenos deseos para que sus sueños puedan cristalizar en lograr acceder a los estudios que anhelan.
Les invitamos a serenarse; a tomar estos momentos con la debida pausa y tranquilidad. A confiar en sus capacidades y en lo logrado en años de trabajo – más o menos intensos- que al final de cuentas son vuestro mejor capital para seguir construyéndose y creciendo. Muchas puertas siempre se abrirán en el camino de la vida; siempre surgirá una nueva posibilidad.
La confianza, se ha dicho, es la actitud propia del que espera el bien y es a través de ella que percibimos el mundo y sus desafíos como algo bueno, a los demás como seres desprovistos de maldad y al futuro como una posibilidad que adopta forma positiva.
Confiar y pedir en lo más íntimo de vuestro ser: como Marcelino nos legó, recurrid a la Buena Madre que estamos seguros ha tendido ya su manto maternal para estar junto a ti, como ha sido siempre: en el pasado, en el presente y en el futuro.
Simplemente… ¡todo lo mejor para ustedes jóvenes egresados de las aulas del Instituto San Martín de Curicó!
Les invitamos a serenarse; a tomar estos momentos con la debida pausa y tranquilidad. A confiar en sus capacidades y en lo logrado en años de trabajo – más o menos intensos- que al final de cuentas son vuestro mejor capital para seguir construyéndose y creciendo. Muchas puertas siempre se abrirán en el camino de la vida; siempre surgirá una nueva posibilidad.
La confianza, se ha dicho, es la actitud propia del que espera el bien y es a través de ella que percibimos el mundo y sus desafíos como algo bueno, a los demás como seres desprovistos de maldad y al futuro como una posibilidad que adopta forma positiva.
Confiar y pedir en lo más íntimo de vuestro ser: como Marcelino nos legó, recurrid a la Buena Madre que estamos seguros ha tendido ya su manto maternal para estar junto a ti, como ha sido siempre: en el pasado, en el presente y en el futuro.
Simplemente… ¡todo lo mejor para ustedes jóvenes egresados de las aulas del Instituto San Martín de Curicó!
© CONGREGACIÓN DE LOS HERMANOS MARISTAS
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