En el siglo XV, Leonardo da Vinci dibujó el boceto de la primera bicicleta, que resultó ser bastante parecida a las actuales y en la que incluyó una cadena para hacer mover las ruedas.

En 1790 el conde Mede de Sirac ideó un modelo que era más rudimentario que el de Leonardo. Se trataba de un artílugio totalmente de madera formada por dos ruedas alineadas unidas en la parte superior por una vigueta en posición horizontal de un metro de largo; carecía de manillas y pedales.

El usuario se sentaba a horcajadas sobre la vigueta y caminaba a grandes zancadas haciendo palanca en el suelo con las piernas. No tenía articulación alguna y, para girar, había que echar pie a tierra. Era más bien un instrumento de diversión de la nobleza de Paris.

En 1818 el barón alemán Karl von Drais ideó una máquina parecida a la anterior y le añadió un sillín y una especie de timón o dirección a la rueda delantera para que pudiera ser conducida.

Recibió el nombre de “draisiana” en honor a su inventor, y es la predecesora de la actual bicicleta. Los primeros compradores de este modelo fueron las clases altas de Francia, Alemania, Inglaterra y América.

Al año siguiente el inglés Denis Johnson cambió la madera por el hierro, con lo que se ganó en consistencia y seguridad.

Kirkpatrik Macmillan, un herrero escocés, consiguió en 1838 por primera vez la tracción de la rueda delantera acoplando unos cigûeñales al eje que se accionaba a través de dos bielas; ya era posible hacer mover esta máquina con los pies sin tocar el suelo.

No fue hasta 1861 cuando el francés Ernest Michaux dotó de unos pedales a la rueda delantera de una vieja “draisiana”. Pero tuvo que afrontar un nuevo inconveniente: para guardar el equilibrio había que mantener una velocidad suficiente y era preciso también un previo aprendizaje.

Todavía en el siglo XIX la bicicleta siguió perfeccionándose. Los ingleses introdujeron neumáticos de goma maciza, luego los hermanos franceses Michelin crearon el neumático desmontable, posteriormente se acoplaría la tracción a la rueda trasera mediante una cadena de transmisión que inventó el suizo Hans Renold y, por último, se colocaron los frenos como hoy los conocemos.

En el mundo exiten más de mil millones de bicicletas. Cada año se producen cerca de 130 millones, el doble que de autos.

China es el primer fabricante seguido de India, Taiwán, Japón y la Unión Europea.

En Holanda el 30% de la población utiliza la bicicleta en sus desplazamientos; le sigue Dinamarca (20%), Alemania (12%) y Suiza (10%).

El trazado en muchas ciudades de ciclovías y el arriendo de bicicletas para desplazarse por sus calles indican que este medio de transporte está en alza.