Desde domingo 20 de octubre muy temprano se congregaban los jóvenes juntos a sus familias para dar inicio a este proyecto, con una oración de envío, celebrada por el Padre José Abarza, quien les instaba a “ser luz y sal en el mundo “ durante esta semana, aprovechar cada momento de esta experiencia, ponerse al servicio de las familias, respetar el espacio interior, mirar a los ojos y desconectarse por estos días para conocer e involucrarse con el quehacer rural.

Junto a los profesores tutores, 9 alumnos de 4° medio, ayudaron a sus compañeros como monitores, ellos tiene la gran misión de contener, acompañar, orientar y reunir cada día a su grupo y descubrir la presencia del Dios en cada día.

Fue una semana con muchos recuerdos y emociones, compartir el trabajo, la belleza del paisaje, el almuerzo y la acogida de la nueva familia, sin duda que nuestros jóvenes no volverán como antes, con el pasar de los día vendrá la síntesis de lo vivido y sacarán sus conclusiones, les decía nuestro rector el sábado 26 en la celebración de la Eucaristía, de acción de gracias en la Parroquia de Curepto, donde todas las familias y los nuevos hijos e hijas se congregaban para dar por finalizada esta experiencia.


“DAMOS GRACIAS AL SEÑOR POR CADA UNA DE LAS FAMILIAS QUE CON SENCILLEZ Y MUCHO CARIÑO HAN ACOGIDO NUEVAMENTE A NUESTROS ALUMNOS, QUE EL SEÑOR LES BENDIGA”.









Texto: Profesora Rossana Avendaño
Fotos: fuentes varias