CREEMOS:
En la alianza eterna de Dios, nuestro Padre, que nos ama,
en la presencia de Jesús en nuestros corazones,
en la fuerza del Espíritu Santo en el interior del mundo.

CREEMOS:
Que Jesús ha fijado su mirada en nosotros y nos ama,
que nos ha llamado a amar a Dios, nuestro Padre, y,
asociados a su misión, amar a todos sus hijos.

CREEMOS:
Que nuestra vida no tendrá ningún sentido
si no seguimos a Cristo como medio para hacer efectiva
su presencia, sobre todo entre la juventud.

CREEMOS:
Que el Espíritu Santo actúa en cada evangelizador
que se deja poseer y guiar por Él.

CREEMOS:
Que María es nuestra Madre y modelo
y que somos privililegiados
al ser llamados para darla a conocer y hacerla amar.

CREEMOS:
Que la obra, vida y espíritu de San Marcelino Champagnat
son dones del Espíritu a la Iglesia.

CREEMOS:
Que nuestra consagración es un medio de entregarnos totalmente
y establecer así lazos de unión entre nosotros y el Señor.

CREEMOS:
Que la realización de nuestra misión evangelizadora
nos exige una constante conversión y renovación.

CREEMOS:
Que neustra vocación de Hermanos Maristas está
en anunciar al mundo que Jesús es el Señor.

CREEMOS:
En la importancia de nuestro Carisma Marista para el mundo de hoy
y reconocemos que si somos fieles al Espíritu, encontraremos, con toda seguridad,
la forma de adaptarnos a las necesidades de este mundo.