El mundo se alegra con tu presencia,<br />
porque eres mujer y madre.<br />
Eres cántico de liberación.<br />
Creo en Dios nuestra madre, creadora del cielo y de la tierra.
Creo en Dios, gestor de la mujer a imagen y semejanza suya.
Creo en Dios de la vida, con rostro de mujer embarazada de nueva creación, de un nuevo cielo y una nueva tierra.
Creo en Dios que escucha el grito de tantas mujeres: madres abandonadas, solas, con hijos muertos, mujeres marginadas, incapaces de salir de su situación.
Creo en Dios, Padre y Madre, portadores de ternura y de perdón, fortaleza y esperanza para todos los pobres.
Creo en la palabra y fuerza de vida, existente don de Dios desde el origen mismo de la vida, pues la quiso en abundancia y plenitud.
Creo en Dios, Padre y Madre, Espíritu de vida, dador de ternura y resistencia, audacia y solidaridad.
Creo en la audacia de las mujeres que en la historia de Israel: Judith, Ester, María, levantaron su mano para enfrentar al opresor.
Creo en la capacidad de la mujer de hacer un mundo más humano, con menos dolor, muerte y destrucción.
Creo en la mujer para quien la defensa de la vida, es el fin supremo y justificador de su lucha.
Creo en la mujer, generadora de vida, fuerza y fermento de transformación.
Creo en María, Mujer y Madre llena del Espíritu Santo, que donde ella pasa lleva la vida, esperanza y abre camino para su Hijo Jesús.
Creo en la Iglesia de los pobres, en su potencia de santidad, capaz de humanizar, democratizar y unificar la fe de los pueblos.
Para ti, mujer y madre, con la voz de mi corazón te susurro suavemente al oído:
Dios te salve, mujer y madre, imagen y semejanza de Dios.
Puerta abierta a la vida y servidora de la vida.
Proyecto de una nueva Humanidad.
El mundo se alegra con tu presencia,
porque eres mujer y madre.
Eres cántico de liberación.
Suave brisa alentadora en el dolor humano.
Acogida gratuita. Hogar con sabor a fiesta.
Signo revelador de un Dios hecho ternura.
Paraíso interior, donde tiene lugar la sorpresa,
el misterio, la amistad.
Agente de personalización del ser humano.
Con capacidad de escucha y confidencia,
creando espacios de intimidad y calidez,
donde el otro también puede sentirse persona.
¡Mujer!, ¡madre!, palabras pronunciadas por Jesús.
¡FELIZ DÍA DEL SEÑOR!